Avecinan crisis de agua potable

Por Raimon Rosado › Quequi

La sobreexplotación de los recursos hidrológicos  en sectores altamente “recargados” con industrias comercios o sectores habitacionales, así como  la falta de control en el vertido de contaminantes, pueden provocar que en poco más de una década, Quintana Roo enfrente serias dificultades en sus suministros de agua, tanto en cantidad sobre los mencionados sectores como en la calidad de la misma, por lo que es necesario trabajar a fondo en la conformación de un plan hídrico de interacción regional entre los estados que conforman la Península de Yucatán.

Rosa María Leal Bautista, directora de la Unidad  de Ciencias del Agua del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), quien recientemente participó en un foro de ciencia  y tecnología, realizado en el Planetario Ka’ Yok’ enfocado  al cuidado de los recursos hidrológicos de la región, destacó que Quintana Roo tiene una población de un millón 325 mil 578 habitantes y tiene una cobertura estatal de agua potable cercana al 98%, según la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA). Ello ubica a la entidad por encima de la media nacional que está en 91.2% de cobertura, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Como consecuencia de las altas tasas de crecimiento poblacional, aparecen asentamientos humanos irregulares que carecen de servicios de agua formales, lo que los lleva a recurrir a diversas prácticas para conseguirla como conexiones clandestinas, compra de agua en pipas y pozos ilegales.

datos de la conapo

Para el año 2030, Quintana Roo alcanzará, según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo) una población cercana a los dos millones 232 mil 702 habitantes, por lo podría enfrentar una crisis de desabasto de agua potable,

Ante tal panorama, habló de la necesidad de que desde ahora, se establezcan mecanismos que garanticen la sustentabilidad de los recursos hídricos con que contamos,  tanto con zonas de protección, de recarga y reservas que permitan mantener tanto los ecosistemas como  el  consumo del vital líquido que requerimos para nuestras actividades.

Nuestro estado, se divide en tres regiones geográficas: la costa tiene agua de regular calidad; la parte central de norte a sur cuenta con agua de calidad media y la parte oeste del estado, con aguas duras, sobre las que debe existir un monitoreo más continuo y controlado, que por lo menos debe realizarse una vez al mes o de acuerdo a los niveles de crecimiento que se observan sobre cada sector, de un modo similar a las valoraciones que se tiene sobre la limpiezas de las playas.

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