Arriesga Juanita a Cozumeleños
Por Redacción
Quequi
El orgullo de la alcaldesa cozumeleña es más grande que la seguridad de los cozumeleños que al igual que la semana pasada, con la presentación del cantante colombiano Sebastián Yatra, la pequeña carpa instalada en el parque Quintana Roo, quedará muy pequeño y alguna situación extraordinaria pondría en riesgo la vida y seguridad de los asistentes, sin embargo, aun sabiendo esto no aceptó el ofrecimiento del empresario José Luis Arguelles González, quien puso a su disposición su local Moby Dick completamente gratis para la noche de votaciones.
La novatez y falta de experiencia, además de la soberbia de quienes están al frente de la organización de los eventos, ha hecho que el Carnaval de Cozumel de este año se les salga de las manos, desde el capricho de la alcaldesa cozumeleña de contratar una carpa para no darle el evento al empresario cozumeleño, como venganza por haber apoyado al candidato del PRI que fue su adversario político y hoy regidor con licencia.
El desconocimiento del director de Eventos Generales, quien tiene a cargo la organización del Carnaval, recayó en Gerardo Cipriano Cárdenas Chan, cuyo mérito fue estar cerca de Juanita Alonso durante su campaña y haber sido rey del Carnaval, pero su inexperiencia y soberbia quedó más que demostrada al comentar en la publicación donde el propietario de Moby Dick ofrece gratis su local con capacidad para cinco mil personas y asegurar que este tenía capacidad
únicamente para mil 200 personas en gradas (600 más que la carpa actual) y otras mil 600 en mesas, misma capacidad del llamado “palacio del Carnaval”.
Pero ante la mala distribución como están y con todo el staff, técnicos, meseros, policías, comparsas y demás la pequeña carpa instalada en el parque se ve sobrepasado por mucho, sin que eso le interese a Protección Civil y mucho menos a la presidenta municipal, quien sigue cumpliendo su capricho a costa de la seguridad de los asistentes a los bailes, que el próximo sábado será superado en capacidad nuevamente por las comparsas que estarán acompañando a los candidatos en sus shows.
La desorganización e imposición se ha visto desde el principio con la venta de las mesas que fue una simulación total, ya que solo se favoreció a los de siempre y el pueblo nunca pudo acceder a una sola mesa, ya que en la venta de boletos para cada evento, iniciando la semana pasada, muchos jóvenes se quedaron con su dinero en la mano, debido a que solo se sacaron a la venta 300 boletos ya que los restantes fueron cortesías para funcionarios que dieron a sus amigos, quedando mucha gente afuera y para que no protestaran y se calmaran les pusieron unas pantallas.
La desorganización fue tal la semana pasada que incluso el cantante colombiano, se negó al principio a salir a cantar, debido a que los jóvenes invadieron la pista y no habían mayas para evitar que se acercaran al cantante, obstaculizando la visibilidad de quienes pagaron una mesa y para colmo, la misma presidenta municipal, Juanita Alonso Marrufo, se tuvo que subir a una silla para poder presenciar parte del show artístico, hecho inédito para un alcalde cozumeleño.
Hasta la invitada de honor, Gabriela Rejón de Joaquín, esposa del gobernador del estado de Quintana Roo, tuvo que ser auxiliada por su ayudantía de seguridad para poder protegerla y sacarla del “palacio del Carnaval”, ya que no podía ver nada ante el amontonamiento de los jóvenes que ponían en riesgo su seguridad.
Del sonido que se rentó ni hablar, se escuchaba con altas y bajas en el volumen, se cortan a media pista de los candidatos, el ballet tuvo que terminar su número con los aplausos de los asistentes al apagarse el sonido, que no es nítido como se presumió en su momento que sería de primer nivel, entre muchas fallas que está teniendo la organización del Carnaval de este año.