Arrecifes sin descanso
Por Luis Roel Itzá
Quequi
Pese a los millones de pesos que recauda anualmente la Conanp en Cozumel por cada turista que entra al Parque Nacional Arrecifes de Cozumel (PNAC) no le dan el cuidado y vigilancia que se requiere; a partir del primer día de febrero y hasta el 31 de marzo se restringió el acceso a los arrecifes Cedral, Cedral Pared y Francesa para darle descanso y se recuperen, sin embargo, se observó a una gran cantidad de embarcaciones con turistas dentro de dichos arrecifes.
El principal atractivo natural con el que cuenta la isla de Cozumel son sus arrecifes, la mayoría por no decir que todos se encuentran dentro del Área Natural Protegida denominado PNAC que abarca del muelle de Puerta Maya hasta Punta Sur, sitio al que prestadores de servicios náuticos pagan 109 pesos por cada turista que ingresa al área natural, presuntamente para que con ese recurso se le pueda dar mantenimiento, hacer trabajos de monitoreo e investigación, así como el pago del personal de guardaparques y administrativos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) recaudando al año varios millones de pesos según estimaciones de acuerdo al número de personas que Ingresan.
En cuanto a los arrecifes se inició un programa de darle descanso obligatorio de dos meses al año a cada uno de estos para su recuperación, sin embargo, son muchos los que no respetan este descanso programado y siguen visitando los arrecifes porque se encuentran cerca, a baja profundidad o por la gran variedad de fauna y flora con la que cuentan, tal es el caso de los arrecifes Cedral Pared, Cedral y La Francesa, que en teoría inician descanso a partir de este primero de febrero, sin embargo, se puede observar en un vídeo de los mismos náuticos que no ocurrió así y habían dentro muchas embarcaciones.
La razón es porque la Conanp no está realizando la vigilancia pertinente y mucho menos sancionando a los infractores, no cuentan con embarcaciones ni personal o no quieren hacer el trabajo, ya que eso ocurre todos los días del año, y los arrecifes siguen muriendo por la sobrecarga de visitas que tienen diariamente y las malas prácticas de los buzos.