
Arrastran ambiciones al PRI
Por Mayra Cervera/Heiby Morales > Quequi
La renuncia del secretario de Prensa y Propaganda del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Quintana Roo, Guillermo Miranda García, es la última en una serie de deserciones que plagan al partido, desestabilizado debido al deficiente trabajo de su dirigente estatal, Raymundo King de la Rosa, quien no ha podido mantener un control y sobre todo la confianza de sus afiliados y, por el contrario, festeja en lujosos restaurantes mientras retrasa pagos y termina de hundir al partido.
Guillermo Miranda, quien denunció que al interior del PRI, líderes y gobernantes realizaron acciones injustas y en perjuicio de los ciudadanos para mantener sus cargos o posición política y económica, anunció ayer su salida del partido, que fue personal, ya que la situación en el PRI es insostenible, y que los líderes que están al frente del partido no permiten que las cosas se realicen como lo marcan los estatutos de esa fuerza política.
“De acuerdo a mis principios era ya insostenible esa lucha interna por hacer lo correcto de acuerdo a los estatutos del tricolor o seguir simulando, en el confort y como avestruz esconder la cabeza ante los errores de otros priistas que saquearon a Quintana Roo y que defraudaron la confianza ciudadana”, escribió quien fuera el vocero del PRI por ocho años.
No obstante, indicó que se mantendrá en la militancia y que no renunciará al cargo de consejero político estatal.
Esta renuncia es la última en una serie de deserciones, muchas de gran peso, quienes se han llevado consigo una gran cantidad de ciudadanos que en elecciones significan los votos que ha llevado al PRI al poder.
Durante meses se estuvo insistiendo en la necesidad de renovar al partido, después de la fuerte derrota sufrida en las urnas, pero todas estas voces fueron ignoradas, razón por las que muchos han optado por sencillamente irse.
FESTEJA DERROTA
En contraste, el líder del PRI, Raymundo King de la Rosa, fue visto recientemente muy animado ingiriendo bebidas alcohólicas en el lujoso restaurante “El Bandoneón” de Cancún.
Pese a que el PRI tiene dificultades para saldar sus deudas, y se les han reducido los ingresos a muchos integrantes de base, el también diputado no tenía problemas para comer y beber en compañía del delegado del CEN para el estado, Manuel Andrade Díaz, principal cómplice de la última derrota sufrida en las urnas, además del expresidente municipal de Isla Mujeres, Agapito Magaña.