Ángel, Demonio o Quimera

Por Pbro. Carlos César González Cruz

La llegada de Donald Trump al poder, ha puesto a pensar a las naciones. Por eso me gusta la Palabra de Dios, siempre tiene algo que decir para estos casos:

SALMO 2

¿Por qué se sublevan las naciones, y los pueblos traman cosas vanas?

Se levantan los reyes de la tierra, y los gobernantes traman unidos contra el Señor y contra su Ungido, diciendo:

¡Rompamos sus cadenas y echemos de nosotros sus cuerdas!

Él, que se sienta como Rey en los cielos se ríe, el Señor se burla de ellos. Luego les hablará en su ira, y en su furor los aterrará, diciendo: Pero yo mismo he consagrado a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.

Ciertamente anunciaré el decreto del Señor que me dijo: «Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré las naciones como herencia tuya, y como posesión tuya los confines de la tierra. Tú los quebrantarás con vara de hierro; los desmenuzarás como vaso de alfarero”.

Ahora pues, oh reyes, mostrad discernimiento; recibid amonestación, oh jueces de la tierra. Adorad al Señor con reverencia, y alegraos con temblor. Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él se refugian!

Donald Trump solo es un hombre con grandes ilusiones… Como tú y yo, solo que él tiene un poco de poder.

Dios siempre ha usado para su Gloria a hombres malos como Judas el traidor. Mujeres perversas como la terrible Jezabel, ángeles como el que le atormentaba al rey Saúl, animales como el gran pez que se tragó al rebelde Jonás, mulas como la mula que le habló al burro de Balam; Dios ha usado al mismo diablo como cuando le dejó casi acabar con Job, destruir en la cruz al mismo Señor Jesucristo, y zarandear al apóstol Pedro.

Hoy, Donald Trump puede ser un ángel, demonio o quimera*, y llegará hasta donde nuestro Dios Todopoderoso le permita.

No tengan miedo de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno. Mat. 10:28.

*(En la mitología clásica, monstruo imaginario que vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón.)

¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida!

Pbro. Carlos César González Cruz.

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