
Alejan malas vibras de Perla
Por Luis Roel Itzá > Quequi
Tras las “diabluras” que la exalcaldesa Perla Tun le hizo a su sucesor antes de concluir con su mandato, como el negarse a la entrega-recepción, no presentarse al cambio de mando, esconder las llaves de la Presidencia Municipal, no entregar las claves de acceso a las páginas del Ayuntamiento, entre otros, la mañana de ayer un sacerdote acudió a bendecir las oficinas del Palacio Municipal, principalmente de la Sala de Cabildos, para alejar las malas vibras.
En varias ocasiones, Tun Pech, engañó al ahora alcalde, Pedro Joaquín, diciéndole que estaría dispuesta a iniciar con el proceso de entrega, pero siempre quería imponer sus condiciones; incluso, hasta el último minuto de su mandato se atrevió a cerrar las puertas de la Presidencia, haciendo perdedizas las llaves, al decir que las puertas se cerraban por dentro, aunque después su misma gente dijo que ella se negó a entregarlas.
Mientras Pedro Joaquín se paraba en la puerta de sus nuevas oficinas en espera de que llegara el cerrajero, la ahora regidora panista se reía a carcajadas viendo, desde unos 10 metros, al cerrajero hacer todas las maniobras para abrir la puerta, siempre acompañada de sus más allegados.
Ante toda esta serie de “diabluras” que cometió Perla, ayer el sacerdote Jorge Carrillo González acudió al Palacio Municipal a petición de los regidores priistas para bendecir las diferentes oficinas, principalmente la de regidores y la Sala de Cabildos, con la finalidad de eliminar las malas vibras que hubieran dejado; sin embargo, es posible que haga falta hacer un exorcismo, ya que la exalcaldesa continuará compartiendo estos espacios al ser ahora la séptima regidora.