Ahuyentan a turistas

Tulum

 

El hotel Papaya Playa, ahora mejor conocido por los hoteleros como “El Rey de la Fiesta”, en tan poco tiempo acabó con la estancia placentera de turistas que buscan estar en la costa tulumense lejos del bullicio, pues el exceso de ruido de su multimillonario negocio que son megafiestas hasta la madrugada forman parte del día a día, llevándose su propietario Emilio Heredia Lima, grandes ganancias con anuencia de las autoridades, pero en agravio de visitantes, hoteleros y del destino en general.

Otros de los escandalosos hoteles que mantiene inconforme a los hoteleros por sus ruidosas fiestas, son “El Maxa Camp”, propiedad del senador, Emilio Gamboa Patrón, en las que se dice que Emilio Jr., hace fiestas cada año hasta por una semana, sin parar y donde corren “ríos de alcohol” y aparentemente abundan las drogas de todo tipo, denuncian los afectados.

Asimismo, denuncian al argentino prestanombres Sebastián Sass, quien “regentea” el establecimiento de giro negro denominado “Nomade”, que es otro de los lugares que a diario organiza las escandalosas fiestas, al igual que “Casa Malca” propiedad de Leo Malca, a quien señalan que llevó a la decadencia a la empresa Ibiza, y ahora donde está no para con sus fiestas.

Y es que en los últimos días los turistas extranjeros que son los que en su mayoría se alojan en la costera tulumense, se han presentado en las gerencias de los centros de hospedaje para exponer su molestia, incluso la cancelación de sus estancias.

A decir de varios hoteleros de la zona costera conocida como “Punta Piedra”, franja de siete kilómetros donde están establecidos el 80 por ciento de hotelitos de encanto, lo anterior es por el alto volumen de música de los “pachangones” con sus nocivas consecuencias que se acentúan a la hora conciliar el sueño.

Dicen que una de estas personas que organizan las fiestas escandalosas es Adolfo Contreras, actual presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum, situación que no solo ha provocado afectaciones a turista, si no a algunos habitantes,  ya que afecta sus horas de sueño y repercute en su rendimiento laboral al día siguiente.

(Por Francisco Canul > Quequi )

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