
Agencia turística viola reglamento
Coatí no respeta las reglas de operación de embarcaciones en la laguna de Bacalar
Por Jared García
La Agencia Turística Coatí viola el Reglamento de Operaciones de Embarcaciones de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) para navegar en la Laguna de Los Siete Colores, al utilizar motores no permitidos y pasar por encima de estromatolitos.
La Agencia Turística Coatí opera en la Laguna de Los Siete Colores incumpliendo el Reglamento de Operaciones de Embarcaciones de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo), según denuncias de prestadores de servicios náuticos locales.
La empresa utiliza motores no autorizados y daña estromatolitos, estructuras microbianas vitales para el ecosistema, acciones que ponen en riesgo el frágil entorno lagunar.
La Capitanía de Puerto con sede en Chetumal, a cargo de Román Bustos Gómez, es señalada por permitir excesos en la zona, como el libre tránsito de embarcaciones de gran calado, su amarre en el mangle y el nado de turistas sobre los estromatolitos.
Testigos reportan que la Empresa Turística Coatí traslada visitantes en barcos de dos pisos, con capacidad para 18 personas, hasta el balneario Sac-Há, cerca del canal de Los Rápidos, donde los turistas son bajados a nadar en áreas prohibidas.
El marco regulatorio, establecido en 2015 por APIQROO, prohíbe embarcaciones con motores fuera de borda superiores a 225 HP y estacionarios mayores a 350 HP, además de delimitar zonas de navegación y nado.
Sin embargo, las prácticas de la Agencia Turística Coatí y la falta de supervisión, violan esas normas.
Ante esa situación, prestadores de servicios turísticos locales exigieron aplicar sanciones, recordando que en el pasado la llegada de una «lancha tiburonera» generó protestas ciudadanas bajo el mismo reglamento, hoy olvidado.
El malestar entre operadores náuticos crece ante la inacción institucional. «Las reglas existen, pero no se aplican», lamentaron, advirtiendo que la degradación de la laguna afectará no solo al ecosistema, sino también al turismo, principal fuente económica de Bacalar.