Acusa Rusia a Kiev de derribar avión con 65 presos ucranios
Moscú. Rusia acusó el miércoles a Kiev de haber derribado un avión militar ruso en la región de Bélgorod, cerca de la frontera con Ucrania, con 65 presos ucranios a bordo, que iban a ser canjeados por prisioneros de guerra rusos.
Según Moscú no hubo supervivientes del incidente ocurrido cerca del pueblo de Yablonovo, en territorio ruso, a 45 kilómetros de Ucrania.
«A las 11H15 [08H15 GMT], el régimen de Kiev cometió un acto terrorista al derribar un avión de transporte militar ruso que realizaba un vuelo desde el aeródromo de Chkalovsky hacia Bélgorod para transportar militares ucranios para un intercambio» de presos que iba a efectuarse este mismo miércoles, dijo el ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
El ejército ucranio «sabía a ciencia cierta» que los rusos llevarían a los prisioneros ucranios en avión a Bélgorod y luego a un punto de encuentro en la frontera, añadió.
Según el ministerio, los ucranios lanzaron dos misiles desde un sistema de defensa antiaérea situado en la región de Járkov, en el noreste de Ucrania para derribar el avión de transporte militar Il-76 y luego poder «acusar a Rusia».
Los 65 prisioneros ucranios que según Rusia iban a bordo, así como la tripulación de seis personas y tres militares, murieron, agregó.
«Un ruido muy fuerte»
Las imágenes publicadas en las redes sociales muestran un avión cayendo casi en vertical que explota al llegar al suelo, en medio de llamas y humo negro.
«Escuchamos un ruido muy fuerte y salimos», dijo Maria Mezentseva, que vive en Yablonovo y vio el accidente. «Hubo fuego».
La región de Bélgorod sufre con frecuencia ataques de misiles y drones ucranios en respuesta a los múltiples bombardeos rusos en Ucrania desde que empezó la operación militar rusa, el 24 de febrero de 2022.
El ministerio de defensa de Rusia acusó a Ucrania de derribar un avión de transporte militar, que dejó 74 muertos, incluidos 65 prisioneros de guerra ucranios que iban a ser intercambiados. Infografía Graphic News
Aunque en un primer momento el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, prometió «aclarar» las circunstancias del accidente, otros funcionarios no dudaron en señalar directamente a Ucrania.
«Mataron a sus propios soldados en el aire», dijo el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, y aseguró, sin aportar ninguna prueba, que se utilizaron «misiles estadounidenses y alemanes».
Por su parte, el gobierno de Ucrania pidió no sacar «conclusiones apresuradas».
«Hago un llamamiento a los medios de comunicación y a los ciudadanos de Ucrania para que no saquen conclusiones apresuradas», dijo el comisionado de derechos humanos de Ucrania, Dmytro Lubinets, en las redes sociales.
Más de 8 mil ucranios, incluidos mil 600 civiles, están en manos de los rusos, según el gobierno de Kiev.
En julio de 2022, Rusia y Ucrania ya se habían acusado mutuamente del bombardeo contra una prisión que albergaba a prisioneros ucranios en Olenivka, un pueblo en el este, ocupado por Rusia.
Desde el comienzo de su ofensiva, Rusia ha vivido varios desastres aéreos relacionados con aviones del ejército.
La semana pasada Ucrania dijo haber derribado un avión espía A-50 (el equivalente ruso de los Awacs occidentales) y destruido un avión Il-22.
En agosto de 2023 el líder del grupo armado Wagner, Yevgueni Prigozhin, y sus principales lugartenientes murieron en la explosión en el aire de su avión que iba de Moscú a San Petersburgo.
Su muerte tuvo lugar poco después de un motín fallido de Wagner que enfureció al presidente ruso, Vladimir Putin, aunque las autoridades rusas negaron cualquier implicación y dijeron que el avión podría haberse estrellado porque sus pasajeros detonaron una granada a bordo.
Información: La Jornada.