Abandona a la Policía isleña

Luis Alberto Taylor González ‘deja el barco’ con un desastre dentro de la corporación.

Por Luis Roel Itza
Quequi
La Dirección de Seguridad Publica, siempre fue el “Talón de Aquiles” de la actual administración municipal que está feneciendo, su titular “dejó el barco” antes de que se hunda más, Luis Alberto Taylor González, se fue sin decir adiós y dejó un desastre en la corporación, no hay coordinación con el 911, no hay patrullas, no hay grúa y los elementos hacen lo que quieren, hasta filtran imágenes confidenciales de las cámaras a páginas de redes sociales; su lugar es ocupado por Fernando González Felipe de igual manera perteneciente a la Armada de México.


En días pasados la alcaldesa reconoció que su director en la Policía «había sido requerido» en la Secretaría de Marina, sin embargo, desde meses atrás ya no estaba despachando y solo se le veía de vez en cuando en ceremonias o eventos donde era necesaria su presencia. Nunca pudo frenar los actos delictivos, sobre todo los de alto impacto como las ejecuciones.


Cerca de la mitad de las patrullas están descompuestas, y actualmente no hay una coordinación con el número de emergencias 911 lo que hace que atiendan los llamados de auxilio con más de media hora de retraso, debido a que se tienen que triangular las llamadas, que para comenzar se reciben en Playa del Carmen por fallas en Cozumel, se canalizan al C2 y después de varios minutos llega a los elementos que deben de cumplir también ciertos requisitos para ser enviados a atender el llamado de auxilio.

No hay grúas para trasladar vehículos accidentados o infraccionados y son los mismos policías o el propietario quienes los trasladan al corralón y además deben pagar por «arrastre».


La falta de un verdadero líder se nota cuando de la misma corporación, los elementos hacen lo que mejor les conviene, filtran información confidencial a páginas de redes sociales y sobre todo las imágenes de las cámaras de videovigilancia cuando se cometen ejecuciones, ya que saben que pese a ser un delito grave difundir esa información, no les hacen absolutamente nada y siguen en sus puestos.

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