Otras protesta por los ‘gasolinazos’
Por Mario Morales > Quequi
A partir del mediodía y por seis horas, un nutrido grupo de ciudadanos, de una asociación civil y del sindicato de taxistas, bloquearon los accesos a la gasolinera de la esquina de Cobá con Kabah, en lo que prometieron es sólo la primera de varias acciones que realizarán de manera conjunta como protesta por el alto costo de los combustibles.
Aunque los taxistas y los integrantes de la asociación “Congreso Nacional Ciudadano” tenían planeado mantener obstruida a esta estación hasta las 10 de la noche, a poco antes de las seis de la tarde acudió al lugar un fuerte contingente de policías municipales, que los obligaron a desistir.
“Nosotros no estamos en propiedad privada, no estamos bloqueando nada; todos estamos parados sobre la calle, no nos pueden retirar”, alegaba Moisés Araujo, uno de los líderes de la organización, quien explicó que se trataba de un movimiento nacional, por el hartazgo ciudadano hacia el gobierno federal, que recibe mil 500 millones de pesos en ingresos a través del impuesto a la gasolina. Cabe destacar que a nivel nacional de tomaron 2100 gasolineras.
Ciudadanos de todas las edades formaban un perímetro alrededor de la estación de servicio, portando carteles llamando al público a unirse a su causa. Muchos de los vehículos que pasaban por esta congestionada arteria tocaban sus cláxones en señal de solidaridad.
En otro acceso, los taxistas también expresaban su rechazo hacia el gasolinazo, además de acusar a esta estación de no despachar litros completos.
“Desde el gasolinazo hemos clausurado así a varias gasolineras y lo seguiremos haciendo, hasta que el gobierno decida darle marcha atrás al alza que puso en las gasolinas, que nos está acabando”, declaró uno de los “charifetes”, quien no se identificó.
Los empleados de la gasolinera, reducidos al ocio, miraban reunidos desde una de las bombas vacías, sin interactuar con nadie, pero visiblemente molestos por quedar sin propinas.
Después de casi seis horas de manifestación, al dueño del lugar se le acabó la paciencia, pues de pronto surgieron varios vehículos particulares que absurdamente intentaban entrar a la fuerza a la estación a surtirse. Casi de forma simultánea, arribó un grupo de ocho patrullas municipales, para mediar la situación y obligar a los manifestantes a retirarse.