Les dan una nueva vida

Puerto Morelos

 

“Cali”, “Magdalena”, “Cutsi”, “Luis Miguel”, “Thalía”, “Rosita”, “Dulce”, “Marcelo”, “Edgar”, quizá sus nombres no digan nada, pero detrás de cada uno de ellos hay una historia de abandono y maltrato, son perros de la calle que han sido víctimas de la indolencia del hombre, y hoy han encontrado un lugar digno donde reciben cariño, alimentación y cuidados, con la ayuda de gente humanitaria y los voluntarios de la asociación altruista “Riviera Rescue”.

No es fortuito que Quintana Roo sea uno de los estados con más índice de maltrato hacia los animales, y que Puerto Morelos registre cinco casos de abandono al mes, pues todavía no se tiene la cultura de verlos como un compañero de vida. “Lamentablemente el maltrato se da como una mala herencia que se pasa de padres a hijos, ya que se ve al perro todavía como un instrumento de seguridad para la casa, como un objeto para ponerlo en la azotea o en el patio”, comenta en entrevista Mateo Saucedo, presidente de “Riviera Rescue”, que administra el albergue para perros.

Comentó que con el apoyo de Jorie Maloney, la creadora de “Riviera Rescue”, empezaron como un colectivo de arte, donde sacaban recursos para realizar esterilizaciones, campañas de vacunación antirrábica o alguna operación complicada, y fueron creciendo poco a poco hasta dedicarse al rescate, rehabilitación y adopción de perros víctimas de maltrato, abandono, o que hayan sufrido algún accidente o una discapacidad, los cuales son sacados adelante en el albergue que se encuentra ubicado en la Zona Urbana, en un terreno rentado sobre la calle 14.

Actualmente cuentan con 22 perros, y se ha bajado la cantidad porque algunos se han dado en adopción a gente de Canadá y Estados Unidos, otros mediante la feria de adopción que se realiza cada mes. Afortunadamente se ha tenido buena respuesta por parte de la gente para apoyar en esta noble causa, sobre todo de extranjeros, así como de autoridades del Ayuntamiento a través de la subdirección de Bienestar Animal.

Explicaron que muchos perros rescatados son sacados de azoteas, de traspatios y casas abandonadas, como el caso reciente de un pitbull, donde la familia decidió mudarse de Puerto Morelos y lo dejó abandonado durante dos semanas sin alimento ni agua, hasta que fue rescatado en condiciones deplorables, gracias a la denuncia de una vecina. El animal  se recuperó rápido y ya fue adoptado.

(Por Guillermo Olán > Quequi )

 

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