La riqueza de cuatro mexicanos es equivalente a lo que tiene el 50% más pobre: Oxfam
La brecha entre ricos y pobres es mayor de lo que se estimaba: tan sólo en México, la riqueza de cuatro personas se compara a la del 50% más pobre de la población, reveló un estudio de la organización Oxfam.
En su informe «Una economía para el 99%», la organización civil señala que tan sólo ocho personas acumulan la misma riqueza que la mitad más pobre del planeta: 3,600 millones de personas.
Las ocho personas mencionadas en el informe son Bill Gates; el fundador de Inditex, Amancio Ortega; el inversor Warren Buffett; el mexicano Carlos Slim; el jefe de Amazon, Jeff Besoz; el creador de Facebook, Marck Zuckerberg; Larry Ellison, de Oracle; y el ex Alcalde Nueva York, Michael Bloomberg.
«La riqueza está concentrada cada vez en menos manos. El modelo económico actual está al servicio sólo del 1% de la población, que se beneficia de la falta de voluntad política para acabar con los paraísos fiscales y otras prácticas fiscales agresivas empleadas por las grandes empresas».
Oxfam describe cómo en América Latina y el Caribe las grandes empresas y las personas más ricas logran eludir y evadir el pago de impuestos, potencian la devaluación salarial y utilizan su poder para influir en políticas públicas, alimentando así la grave crisis de desigualdad y aumentando todavía más la brecha entre ricos y pobres.
Prueba de ello, destaca, es que en 2015 la región experimentó el mayor aumento de las tasas de pobreza desde finales de la década de 1980. Sólo en el transcurso de un año, 7 millones de personas cayeron en pobreza en la región.
El informe pone de ejemplo a México, donde sólo cuatro millonarios tienen tanta riqueza como el 50% más pobre de la población, mientras que funcionarios públicos de todos los niveles de gobierno saquean los presupuestos públicos.
«El 10% de la población más rica en México controla el 67% de la riqueza nacional, por lo que se determina cómo estamos dentro de una economía para el 99%, la cual muestra que la brecha entre ricos y pobres es mucho mayor de lo que se temía».
La ONG reconoce que el aumento de siete pesos al salario mínimo en México resulta insuficiente frente al alza en los precios de los combustibles, tomando en cuenta las consecuencias que el «mega gasolinazo» tiene para los productos de la canasta básica. Pero además, dice, la molestia de los mexicanos tiene que ver con otros agravios, como la corrupción y la inseguridad, que son consecuencia de decisiones de política pública que se han tomado tanto por este gobierno como por los anteriores, mirando el beneficio privado por encima del bien común de la mayoría.
«El descontento en el mundo y lo que hemos visto en México a inicios de este año es el resultado de que los gobiernos ignoren las voces de los ciudadanos mientras escuchan embelesados las de las grandes empresas y las élites millonarias», comentó Ricardo Fuentes-Nieva, director ejecutivo de Oxfam México.
«México tiene los ejemplos más dramáticos de las desigualdades más grandes. El gobierno mexicano tiene que hacer más por las personas como las comunidades indígenas zapotecas de los Valles Centrales de Oaxaca que desde hace 10 años están en lucha por su derecho al agua en la región y menos por beneficiar los interesas de las grandes empresas que tiene privilegios fiscales que no tiene un pequeño o mediano empresario en nuestro país», indicó Fuentes-Nieva.
Oxfam refiere que el rechazo de la ciudadanía a la desigualdad está provocando crisis políticas en todo el mundo, considerando un factor determinante la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, así como la elección del Presidente Rodrigo Duterte en Filipinas y el Brexit en el Reino Unido.
«Esta situación es una señal de una economía mundial fracturada, la cual debe ser reparada por los mismos gobiernos, [que deben] frenar la concentración extrema de riqueza y utilizar mejor los recursos públicos para acabar con la pobreza, evitar los desfalcos y hacer mejor uso de nuestros impuestos para financiar mejores sistemas educativos, de salud y de seguridad social», propuso la organización internacional.
(Economía Hoy | Sin Embargo)