Fatal seguridad genera masacre


Por Mayra Cervera > Quequi

 

La masacre ocurrida en el bar Blue Parrot de Playa del Carmen ocurre a varias semanas de que los trabajos de seguridad quedaran en manos del jefe del gabinete de seguridad en Quintana Roo, el general Eduardo Bahena Pineda, quien fue nombrado para combatir al crimen organizado y que recibe una “plaza caliente” con una escalada cada vez más preocupante de asesinatos de alto impacto.

El gobernador del estado confirmó recientemente la “militarización” de los trabajos de seguridad en el estado, al revelar que el General Bahena Pineda está encargado de coordinar las fuerzas del ejército mexicano y la armada de México, con las policías municipales y corporaciones estatales de las entidades vecinas.

La muerte de cinco personas en el corazón turístico de la Riviera Maya muestra que los primeros esfuerzos del general retirado no son suficientes para replegar a la delincuencia organizada; menos aún la labor de Rodolfo del Ángel, secretario de Seguridad Pública estatal, rebasado ante los focos de violencia en los destinos turísticos de la zona norte.

Los trabajos de inteligencia que se han presumido no existen, si se toma en cuenta que Playa del Carmen y Cancún han sido señalados por las autoridades federales como escenarios de la guerra entre grupos delictivos por controlar la plaza. Información que ha sido confirmada por autoridades de las administraciones anteriores del Gobierno del Estado.

En lo que va del desempeño de Rodolfo del Ángel no se ha conocido de ninguna acción contundente contra la delincuencia organizada o la detención de cabecillas de los carteles que presuntamente operan en la zona.

Este último atentado ocurre en el municipio donde Del Ángel fuera antes líder policiaco, junto con José Eliezer Varela, a quien nombró comisionado de la Policía Estatal Preventiva, y donde fuera amenazado por el narcotráfico al iniciar su actual encargo.

El conflicto entre grupos rivales, saldado cada vez en más sangre, es conocido por todas las fuerzas de seguridad, como parte de la disputa por los puntos de venta de droga, principalmente centros nocturnos; pese a ello, esta venta continúa imparable y los autores de los cada vez más frecuentes asesinatos siguen libres.

El general Bahena Pineda, de acuerdo a información pública, fue contratado para coordinar la seguridad en el estado por que mantiene buenos antecedentes de como encargado de la Seguridad en Aguascalientes al que mantuvo “blindado” de los delitos de alto impacto y bajas estadísticas en secuestros, extorsiones y ejecuciones.

Ahora tiene un escenario altamente complicado por el interés de los grupos delictivos, que ambicionan la plaza que representa Quintana Roo por su ubicación estrategia en el paso de la droga de centro y Sudamérica, y por ser el principal destino turístico del continente.

El escenario de inseguridad que enfrenta, podría agravarse ante la tradicional resistencia que los grupos al interior de la policía estatal han mostrado contra militares retirados, verbigracia el exsecretario de Seguridad Pública Bibiano Villa Castillo.

El propio Rodolfo del Ángel Campos, secretario de seguridad pública, tendrá que cuadrarse ante el jefe del gabinete de seguridad, al igual que los titulares de protección civil, gobernación, y presuntamente hasta el fiscal general tendrá que coordinar sus trabajos con este funcionario estatal, que rápidamente tendrá que sacar las castañuelas del fuego antes que zozobre la industria turística, principal fuente de empleo del estado.

 

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