Interviene Banxico para dar liquidez y moderar la volatilidad.
Por Blanca Silva
Cancún
Por segundo día consecutivo el dólar alcanzó un máximo histórico al cotizarse en 22.10 pesos a la venta en las sucursales de BanRegio, pese a la intervención del Banco de México (Banxico) para frenar la depreciación del peso frente a la moneda estadounidense, que llevó a la divisa mexicana a cerrar en un promedio de 21.57 a la venta y de 20.90 a la compra.
De acuerdo con el reporte de las instituciones financieras, el segundo tipo de cambio del dólar más elevado a la venta correspondió al grupo BBVA Bancomer con 21.84 pesos por unidad, mientras que el más bajo fue el de Banco Azteca con 21.26, luego de que a diferencia de otras intervenciones discrecionales, el Banxico decidiera vender dólares también en el extranjero para limitar las posiciones especulativas en contra del peso fuera del país, pero sin dar a conocer el monto vendido.
De acuerdo con la directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, las ventas discrecionales de dólares realizadas por el Banxico dieron liquidez y moderaron la volatilidad más reciente, permitiendo que el tipo de cambio cerrara con pocos cambios, después del alza observada en la sesión luego de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara a Toyota con nuevos impuestos por enviar vehículos a su país, lo cual refleja la sensibilidad del tipo de cambio a sus comentarios.
Apuntó que las intervenciones en el mercado cambiario si moderarán las presiones en contra del peso, pero no eliminarán los riesgos en contra de la divisa, pues la moneda mexicana también se ve afectada por el deterioro de las expectativas económicas del país, lo que seguirá afectando la confianza del consumidor y la popularidad de la actual administración.
Ante este panorama, la Comisión de Cambios dio a conocer que no se descarta que vuelva a intervenir en el mercado cambiario en otras sesiones si se presentan condiciones excepcionales, ya que el anclaje de la moneda nacional seguirá procurándose mediante fundamentos económicos sólidos, dando a entender que las intervenciones no equivalen a un tipo de control cambiario, pues la cotización de la divisa está determinada por un mecanismo de flotación libre.