Hartos de boyas y muelles
Un grupo de 100 familias cancunenses acudirán a instancias federales y promoverán amparos para revertir la privatización de playa Flamingos (la del Hotel Presidente), a la que se le ha añadido un ilegal boyado a 50 metros de la costa, lo que la deja prácticamente inaccesible para la ciudadanía que por décadas la ha disfrutado.
Los quejosos también alistan acciones para exigir la investigación a fondo de la instalación de seis imponentes muelles privados, en una zona con arrecife coralino, aunado a que varios de estas estructuras se extienden sobre la playa hacia domicilios particulares.
Náuticos y cancunenses señalaron que ya enviaron un escrito al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruíz Esparza, para que tenga conocimiento del abuso de poder cometido por los residentes de esta zona, que delimitaron 300 metros lineales con boyas, sin existir justificación para ello, pues lejos de prevenir accidentes, están más cerca de causarlos, al atentar contra la vida de niños y ancianos que no pueden acceder a la playa por mar de otra forma que no sea nadando.
Playa Flamingos es prácticamente inaccesible por tierra, por lo que hace décadas, decenas de familias cancunenses arriban a él por mar; sin embargo, con la instalación de un boyado, a 50 metros de la costa, prácticamente se ha privatizado este espacio, que pertenece a todos los mexicanos. El colmo es que de las 14 casas lujosas ubicadas frente a este arenal, pocos o casi ningún residente utiliza el lugar, salvo para tener allí su muelle privado.
La acción se realizó con base en un permiso expedido por la Capitanía de Puerto en 2015, aunque este documento está fuera de la ley, pues está a una distancia injustificada, sin estudios previos, en beneficio de ocho personas en contra de centenares. Por ello, los afectados, que desde hace meses han dialogado en vano con autoridades de Capitanía de Puerto, no se rendirán en sus esfuerzos por revertir esta medida, y advierten que continuarán hasta agotar todas las instancias a su alcance, incluido el amparo; sin descartar otras medidas de presión, en caso de desgastarse el diálogo.
Un grupo de ocho inconformes, en representación de los cerca de 600 cancunenses afectados (incluido Ricardo Muleiro López, presidente de la Asociación de Náuticos de Cancún, y Jorge Aguilar Osorio, ex diputado local), visitó ayer esta casa editorial, para denunciar esta abusiva situación.
«A quien se le otorgó el permiso, según figura en el documento con el nombre de José Alberto Meso López, ni siquiera vive en la zona, y fue el que estuvo de encargado de la realización de los trámites. Se le otorgó desde 15 de abril de 2015, pero, como no quería tener problemas porque era verano, colocaron el boyado hasta octubre del mismo año», explicó Alfredo Manzaneque uno de los inconformes. Desde esas fechas iniciaron los reclamos ante los medios de comunicación e instancias correspondientes para buscar su revocación.
“El boyado se solicitó con la justificación de bañistas, pero en esa zona ni bañistas hay. Nosotros hicimos recorridos con las autoridades de Capitanía de Puerto y nunca hubo bañistas. Lo único que hicieron fue privatizar una playa pública, situación que ya afecta los derechos de los cancunenses”, dijo Ricardo Muleiro López.
Al cuestionar al capitán de Puerto, les argumentó que lo pusieron por prevención, lo que carece de sentido, pues otras playas públicas como Tortugas, que recibe a miles de visitantes, carecen de boyado.
“Contrario al supuesto propósito de salvaguardar la vida de los bañistas, representan un peligro para quienes llegan en embarcaciones porque hay padres de familia que se ven obligados a bajar de las embarcaciones con sus hijos y nadar hasta la orilla aproximadamente 50 metros para llegar a la playa. Adultos mayores con complicaciones de salud tampoco pueden realizar ese recorrido, salvo con chaleco y arrastrándolos en el agua, no hay necesidad de que pasen por todo esto», dijo Jorge Aguilar Osorio.
Los manifestantes afirmaron que los residentes que promovieron la colocación de boyas no usan la playa, pero además violan el propio reglamento de la Capitanía de Puerto al resguardar sus embarcaciones dentro de la zona delimitada. Ante ello, los Asociados Náuticos de Cancún, en donde están afiliadas 37 empresas y más de 100 náuticos, ya notificaron por escrito al secretario de Comunicaciones y Transportes federal, Gerardo Ruiz Esparza, sobre este abuso de poder.
“Lo que buscamos es que el secretario atienda nuestra inconformidad e instruya a la Capitanía de Puerto a que retire el boyado, pues ellos dependen de la Marina Mercante, que a su vez depende de la SCT. También tenemos otras iniciativas más rudas, por si es necesario usarlas”, aseguró Muleiro López.
PROLIFERAN MUELLES
Pero en este lugar privatizado no sólo se abusa con la colocación de un boyado ilegal, sino que también ha proliferado la instalación de muelles privados, de los que hay seis, y que arruinan la imagen del lugar, además de posiblemente dañar al arrecife y obstruir la playa en sí.
Hasta el momento hay seis, pero temen que con el paso del tiempo más residentes coloque sus propios muelles, pues de los que están, al menos dos tienen una longitud que parte desde la zona de alberca, cruzan la playa y avanzan más de 100 metros lineales dentro del mar.
“Yo desde pequeño he sido llevado a este lugar, al que descendíamos de la lancha al agua. Recuerdo que le pregunté a mi tía por qué no se ponía un muelle y su sabia respuesta era que ello arruinaría la playa, que es patrimonio de todos”, relató Carlos Daumas. “Lo correcto es que las embarcaciones queden en una marina y que esta playa pública quede intacta. Llegará un momento en que tengamos veinte muelles en el lugar y entonces el problema no será el boyado, sino la desaparición de este arenal”. (Por Heiby Morales>Quequi)