Van 130 muertos por inundaciones en Corea del Norte
Seúl. Más de 130 personas murieron a causa de las graves inundaciones que afectan a Corea del Norte en áreas en torno al río Tumen, en la frontera con China, informó este lunes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
El régimen de Pyongyang confirmó 133 muertos y 395 desaparecidos. Se estima que más de 100 mil personas se han quedado sin hogar a causa de las inundaciones, causadas por fuertes lluvias que trajo el tifón Lionrock. Según OCHA, al menos 140 mil personas necesitan urgentemente ayuda.
La tormenta también causó al menos 19 muertos y daños en Japón a finales de agosto.
Las zonas norcoreanas más afectadas por las inundaciones son los distritos de Musan y Yonsa, así como la ciudad de Hoeryong, en la provincia de Hamgyong del Norte. Algunas regiones han quedado incomunicadas. Más de 44 mil casas y edificios públicos, incluidas escuelas, quedaron destruidos o dañados.
Los medios estatales norcoreanos informaron también que varias líneas ferroviarias, carreteras y otras vías de comunicación, así como redes eléctricas quedaron anegadas o dañadas. También quedaron inundadas unas 16 mil hectáreas de cultivos.
El gobernante Partido de los Trabajadores decidió reorientar la denominada «Campaña de los 200 Días» para centrar sus esfuerzos en la reparación de los daños ocasionados por las inundaciones. El régimen comunista de Pyongyang había organizado la campaña para movilizar a las masas con el objetivo de aumentar la productividad.
Según OCHA, las organizaciones humanitarias que trabajan en el país han suministrado a las regiones afectadas víveres, tiendas de campaña, equipos de cocina y purificadores de agua.
Corea del Norte, un país empobrecido pero con un alto nivel de desarrollo militar, depende desde hace varios años de la ayuda externa a causa de una serie de catástrofes naturales y la mala gestión económica. Algunas regiones del país están fuertemente erosionadas a causa de la deforestación.
Pyongayang realizó el pasado viernes en una zona remota de la provincia de Hamgyong del Norte su quinta y hasta ahora más potente prueba nuclear, que provocó indignación mundial y probablemente traiga consigo el reforzamiento de las sanciones internacionales.
(La Jornada)
