Quieren sacar ganancias extras
Por Raimon Rosado
El haber sufrido un accidente de tránsito aparentemente menor, le ha costado a la señora María del Rosario Guerrero Martínez, ser víctima de la rapacidad de la empresa “Grúas Peca”, quien por haber realizado el «arrastre» de su camioneta, le están cobrando 43 mil pesos, por lo que a tres meses de haber ocurrido dicho percance, no ha podido recuperar su vehículo, ya que ni las autoridades de Tránsito, han querido apoyarla, bajo el argumento de que «tiene mucho trabajo».
En lo que es un caso más de abuso por parte de las empresas dedicadas al servicio de arrastre de vehículos involucrados en percances viales o cuyos conductores, por manejar alcoholizados van a parar al «Torito», sobre lo que insistentemente se ha señalado su presunto contubernio con instancias policiales del municipio, para cobrar exorbitantes cuotas por dicho servicio, sobre el que no se suele consultar previamente a los implicados, la denunciante, señaló que el pasado 16 de mayo, protagonizó un choque cuando circulaba a bordo de su camioneta modelo 2007, por el cruce de las avenidas Cobá y Yaxcnhilán,
Debido a que en dicho percance, ella y el guiador del auto con el que colisionó se deslindaban de la culpabilidad de lo ocurrido, una unidad de me empresa de “Grúas Peca”, llegó a los pocos minutos del accidente, para llevarse al corralón su camioneta, mientras acudían ante el Ministerio, Público para solucionar el conflicto. Siendo ahí do de se determinó que ambos correrían con los gastos de reparación de los daños en sus vehículos.
Debido a que tuvo que salir de viaje, fue hace apenas unos días cuando la quejosa acudió nuevamente a “Grúas Peca”para recuperar su auto, para lo cual debía pagar la suma de 43 mil pesos, a razón de 9 mil 500 pesos por arrastre, 6 mil 500 más por su entrega y 3 mil 500 por acondicionamiento, el cual dijo, no tendría por qué aplicarse ya que su camioneta en ningún momento se volcó. Además por supuestas maniobras le están cobrando 13 mil 500 pesos, lo cual, se cobra en caso de que su vehículo se hubiera desbarrancado, lo que de ningún modo podía haber ocurrido.
