CARLOS CÉSAR GONZÁLEZ. Misión Evangélica
¿CÓMO EVITAR LAS CONFRONTACIONES?
Muchas cosas se pierden cuando no estamos en una actitud de negociar para un bien común; tal es el caso de la CNTE y el gobierno federal.
Los viejitos de antes decían un refrán cuando veían dos personas aferradas a lo suyo sin ceder: “entre mula y mula nomas las patadas se oyen”. Protestar y insubordinarse forma parte ya de nuestra cultura típica mexicana, y esto no solamente es en el gobierno, muchos padres de hoy, sufren la insubordinación de sus hijos.
¿Cómo podemos los seres humanos evitar confrontaciones donde perdemos todo y todos? Bueno, un principio necesario es tener la disposición de “dialogar” maduramente. Esto significa que vamos a escuchar atentamente y con interés la postura de los demás, así como nosotros queremos que nos escuchen. Así como yo tengo mis derechos, los demás también los tienen.
Los seres humanos somos personas únicas e irrepetibles, y aunque parecidos algunos, hay mucha diferencia entre uno y otro, así sean gemelos monocigótos. Debemos admitir que muchas cosas lo comprenden mejor y lo pueden hacer mejor otros; es un acto de humildad aceptar esto. Todos nos necesitamos, todos armonizamos, todos somos útiles, todos debemos buscar el progreso de todos. Una actitud abusiva y grosera no ayuda a nada, se ve mal quien abusa de su fuerza, su posición de poder y del poder del grupo para hacer barbaridades.
Existe el bien común. Es eso, que trae el progreso, lo que beneficia a todos y que hace que todos prosperemos. Vivir en sociedad nos beneficia a todos y las leyes sociales no deben eximir a nadie, ni nadie debe estar por encima de ellas, aun aquellos a quienes la sociedad en democracia postuló para ser autoridad y jueces. Se desprecia a aquél que siendo autoridad transgrede las leyes que custodia; se aborrece a toda autoridad que obliga a todos a cumplir con las leyes que él mismo pisotea.
Nuestro mundo debe cambiar, y así lo debemos creer y procurar. Es necesario reeducarnos nosotros mismos para educar a quienes Dios nos ha dado, nuestros hijos. ¿Cómo podrás decirle a tu hijo que no tome licor, que no fume, que no sea violento o qué no sea grosero si tú mismo lo haces? Los valores nunca se han perdido, ahí están; esperando que los tomemos y que los vivamos. Una gota de agua persistente perfora la roca, y así es toda persona que desea cambiar el mundo, que empiece cambiando su propia vida, que cambie su familia, que cambie su entorno inmediato. Sí se puede lograr esto y se logra con practicar y practicar y después de eso, seguir practicando.
Amigos y hermanos del camino, espero que la Palabra de Dios nos ayude y evitemos confrontaciones tristes y dolorosas.
¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.
En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz. Santiago 3:13-17.
¡Excelente fin de semana a todos!