Jason Bourne está de regreso
CANCÚN, QUINTANA ROO
El oscarizado Matt Damon llega a la pantalla grande con esta quinta entrega.
Este jueves, Matt Damon regresa a la pantalla grande como Jason Bourne, una quinta entrega de las cuales cuatro ha protagonizado y en esta ocasión con la presencia de actores como Tommy Lee Jones, Alicia Vikander y Vincent Cassel que fueron dirigidos por Paul Greengrass.
La trama de esta Bourne, en la que Damon regresa al personaje luego de nueve años, tiene el fundamento de siempre: su pasado que vuelve, algo más que se sabe, alguna venganza, y se suman unas excusas tecnológicas que cambiarán el mundo y su vigilancia. Muchas locaciones en diferentes partes de Europa y en Washington y Langley, y secuencias de acción que llevan las persecuciones y los escapes a niveles de hipérbole demenciales. Con todo, y con algo más encima, son secuencias inteligibles incluso en su despliegue extremo y extensión desmedida, y ostentan claridad las peleas cuerpo a cuerpo.
Aquí hay un director mucho más que competente: hay alguien con estilo claro, que sabe cómo es su escritura cinematográfica. Estamos ubicados en la cámara cercana, inquieta, inestable aunque segura de Paul Greengrass, un director que encontró sus modos en “Domingo sangriento” (2002) y los sostuvo, y se ha convertido en un realizador insoslayable. Alguien que no solamente se destacó con tres ‘Bourne’ y “Capitán Phillips”, fue además el responsable de la gran película sobre el 9/11: “Vuelo 93”, milagro de tensión e indeterminación con un tema frente al cual fracasaron muchos directores.
GRAN ESTILO
Greengrass es un generador y distribuidor de tensión como pocos otros realizadores. Su estilo narrativo dota de atractivo a casi cualquier peripecia: en Jason Bourne hay interés y suspenso hasta en situaciones que para otros realizadores constituyen meras escenas de transición. En la progresión, en la cercanía, en la imagen que parece flotar pero nunca demasiado, en un montaje dedicado y filoso, el cine de Greengrass moldea su identidad. A diferencia de la de Bourne, el cineasta ha aprehendido por completo la suya.
Sin embargo, la internalización de su pasado de forma incompleta no hace que el letal agente actúe de forma borrosa: Bourne elige con aplomo el margen, la desconfianza, la no obediencia, y es cada vez más un loner, un vaquero solitario que está mejor si puede caminar hacia el horizonte. No hay riesgos de simplismo ideológico: la rueda de la intriga y la ambición se mantiene girando sin mayores implicancias patrioteras. Este es un cine del movimiento, que va desarmando el juego del poder sin ceder a tesis sentenciosas. No es casual que los guionistas de Jason Bourne sean su director y su montajista: aquí se confía en el fragmento, su unión y su continuidad; y en el valor de estos elementos pensados de forma integral, certera, imparable, cinematográfica.
Dato: La quinta entre de Jason Bourne fue dirigida y escrita por Paul Greengrass, que con una duración de 123 minutos logra acaparar la completa atención del público.
Por Redacción