ALEXIS SHAFFER. Si Es Posible Estar En Paz

Fluye con el presente y se feliz

Mira alrededor de tu vida y observa la cantidad de gente feliz que conoces. Lo que quiero sugerirte, es que cuando encuentres a esta persona en particular, percibes en realidad como te sientes aliviad@ o inspirad@.

Es como si entraras en una aura de amor. Esta persona está tan presente, tan incondicional que no tiene ningún sentimiento negativo y todo lo que transmite es agradecimiento. Ellos sólo son lo que son; están verdaderamente presentes. En cierto modo, podríamos decir, que para ellos todo es perfecto. De verdad que no sólo sientes que ellos están a tu disposición, también que estás cuidado y aceptado. Te aman sin condiciones, exactamente tal y como eres.
¿Cuántas personas conoces así? ¿No muchos, eh? ¿Pero sabes que TÚ puedes ser así? Cualquier persona puede, porque ese estado no se alcanza ¿Entiendes eso? No se puede hacer nada por ello ¿Y sabes por qué? Porque YA LO TIENES. Ese estado ya está dentro de ti. Y si no estás vibrando a ese nivel, es porque no quieres. Te explico…
Hablamos sobre las personas que están totalmente dedicadas a ayudar a su prójimo. No porque les haga falta para tener o incrementar su propia felicidad, ni porque estén pensando que así se van a ir al cielo, sino simplemente porque se sienten bien haciendo eso. Es el propósito de su vida: apoyar a otras personas. Si encuentras este tipo de gente, verás como ya están realizados y viven con plenitud en la vida y no les falta nada. Son gente verdaderamente maravillosa.
Estuve viendo un documental de un hombre muy rico, una persona bastante importante en el mundo financiero. Él tuvo una realización, y se dejó rendir ante ella. Dejó TODO para ayudar por completo a las personas que necesitan apoyo y asistencia. Y se dejó caer en un estado bien hermoso. Eso puede sucederte. Pero aquí está la cosa. No lo crees, porque tienes la idea de que hay que hacer algo que te llevará a ese objetivo. Y así no hay milagro. Es necesario permitir la rendición. Se puede sentir: Sí por ejemplo, tomas la decisión de dejar tu actual trabajo y hacer una labor altruista. Y lo haces, y todavía no se cumple ninguna de tus expectativas, podría ser que eres parte de un proceso y es necesario que salgas de este, con el fin de estar disponible para el siguiente paso. ¿Me explico? La vida es fluir.
Ahora me puedes decir: «pero no siento nada por hacer. No puedo ver nada. No hay inspiración. No me veo inmerso en ningún lugar». Sugerencia: Es posible que sientas eso porque no has completado dónde te encuentras ahora. Entonces, ¿cómo completar dónde te encuentras? Te lo diré: ¡Solo debes estar donde estás! ¡Estar allí! Y no estoy hablando sólo de las cosas grandes, ¿de qué estoy hablando? De TODO; simplemente estar en cada momento.
Ahora, si es cierto que la mente no entiende nada de eso ¿Estar en cada momento? Por ejemplo: tu mente te sigue diciendo: Estas lavando los platos. ¡Y hay Dios! Ya te vas a lavar los platos para el resto de tu vida! Entonces … Oh, cielos, ¿ves? Hay que empezar de nuevo; porque todavía no alcanzas estar aquí y ahora. Sólo lava el plato. Si lavas el plato con consciencia y presencia, encontrarás que hay algún tipo de plenitud en ello. Incluso si es sólo la idea de que serás feliz cuando hayas terminado. Pero te juro cuando alcanzas a estar donde estás en cada momento, la vida desarrolla toda por sí misma.
Otro detalle es lo que parecía estar vacío, ya no está vacío. Hasta las cosas más diminutas. Ya verás como de repente las pequeñas cosas también empiezan a traerte la plenitud. Podría ser sólo la sensación de: ¡Bueno, eso ya está hecho! Sin embargo, habrá un cumplimiento en sí mismo. Y esta sensación sólo llega en cada momento. Sea lo que sea que hagas. Tal vez eres un director exitoso de una gran empresa, pero entiendes de que eso no hace ninguna diferencia para tu vida si no estás viviendo en cada momento. O es posible que seas la persona que limpia en esta gran empresa. Es exactamente lo mismo. ¿Me explico?
En cada momento nada es más y nada es menos importante que cualquier otra cosa. Es todo sobre la cantidad de la presencia que pones en lo que haces. La consciencia plena sólo existe en este mismo momento. Simplemente estar aquí, sólo estar presente con las cosas como están ahora. Sí, es cierto que hay un pasado que está influyendo. Sí, hay un futuro posible, pero no vas a conectarte con ellos ahora. Te estás conectando y vibrando en el lugar donde te encuentras y con lo que estás haciendo AHORA MISMO. Y así tan fácil te encuentras en lo que estás vibrando. En realidad hay hormigueo en este momento. Tan pronto como tu lo piensas y el pasado y el futuro se van. Y si te quedas ahí, es como si cada célula estuviera bailando porque estás dejando todo que sea, ser como es en su estado natural. No estás diciendo, «Debería ser diferente. Debo ser diferente. Todo debe ser diferente.»
Se trata; en ser como eres en este mismo momento. Y todas las células comienzan a bailar a su frecuencia natural. Y puedes sentirlo. Es un cosquilleo. Lo que encuentras es que la vibración no lo hace al final de la piel. Te das cuenta de que también el aire está vibrando. Todo lo que ves está vibrando. No sólo las cosas vivas -los animales, y los árboles – también los muebles de madera están vibrando, el suelo está vibrando. Todo está vibrando. Y ya sea que lo sepas o no, todos somos parte de esta misma vibración. Y es una delicia estar con lo que es. Y no hay más que eso. Tal cual. Y luego, si algo es apropiado para ti, te atraerá a ello. Debido a que estás disponible. Si estás abiert@. Si estás receptiv@. Si estás listo, rendid@ y vulnerable.
Por lo tanto, si es apropiado que estés en algún lugar, se consigue eso. Todo lo que tienes que hacer es responder a eso, para permitirlo. Y listo. O para decir algo o hacer algo – vas a conseguirlo por ser parte de la vibración universal. Porque estás en sintonía y vas a recoger y experimentar la vibración de todo y de todos exactamente como son.
En cada momento… estarás allí donde te encuentres. Eres consciente de lo que tu mente está pensando, pero ya no te identificas con ella. Eres el testigo. Estás sólo aquí y ahora. La aceptación de absolutamente todo.
Y empiezas a experimentar la verdadera alegría y felicidad que NO viene y nunca vendrá desde el exterior; procede desde tu interior. Ya lo sabrás cuando logres vivir plenamente cada momento como es.

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