Román Rosas Christfield DINERO Y PODER

Una economía sin corrupción

Tras el escándalo de Enron, hubo un movimiento internacional que llevó a las empresas a establecer códigos de ética para alinear los valores de los ejecutivos con los de la empresa. La economía al servicio de la sociedad para mejorar las condiciones de las personas. Los economistas deben anteponer el bien común a sus intereses personales. De ninguna manera un economista deberá supeditar la objetividad a sus contribuciones económicas. Es necesario que servidores públicos y agentes económicos tengan valores morales y éticos y pensar la economía a largo plazo, en beneficio de las personas. Como el médico hace un juramento, el economista tiene compromiso con la sociedad. Quién mejor que los economistas para aprovechar las herramientas que tenemos y caminar hacia lo que debe ser, sobre todo desde las empresas, que tienen un gran rol, pues son las generadoras de valor y empleos. Pero también por su responsabilidad al medioambiente, la equidad social y la importancia de incorporar incentivos en el código de ética. Una reflexión sobre la importancia de la ética en los últimos años debido a la globalización, la crisis financiera de 2008, la creciente desigualdad de ingresos y un modelo de crecimiento incompatible con la sostenibilidad social y medioambiental. El reciente fraude de Volkswagen con dispositivos para evadir los controles antipolución, Si no hay integridad en las personas, pongas los candados que pongas, los incentivos son tan poderosos para poder competir y ganar, que no es fácil hacer cumplir un comportamiento ético. Más énfasis en la integridad y los valores. (Román Rosas Christfield)

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