Hacer súper es cada vez más caro

Más de mil pesos semanales, cuya suma puede incrementarse significativamente debido a la compra de artículos no previstos en el gasto, es lo que una familia cancunense promedio, conformada por tres personas, suele gastar para alimentarse y sostener sus hogares, lo que en promedio representa un 30% de sus ingresos, los cuales van a parar, a las arcas de los supermercados y tiendas de abarrotes o de conveniencia, según refirieron jefes de familia, luego de surtir sus despensas. Esto en conjunto, deriva en que la alimentación sea cada vez más costosa y lesiva a la economía de los sectores populares.
Las continuas alzas en productos de consumo básicos, que se prevé aumenten nuevamente en breve como consecuencia de las alzas en los costos de las gasolinas y el servicio de electricidad, golpean sensiblemente al bolsillo de las familias de clase trabajadora, quienes deben ingeniárselas para salir adelante con su sustento diario.
Al ser los principales centros de consumo en la ciudad, en los que los compradores pueden acudir en busca de ofertas y con ello optimizar lo más posible sus recursos, los supermercados son la alternativa a la que recurren con frecuencia que va de una hasta tres o cuatro veces por semana, según indicaron algunas amas de casa y jefes de familia, que realizaron sus compras en una céntrica tienda de autoservicio.
Según señalaron, el gasto promedio semanal, puede ser mínimo de 800 a mil 200 pesos, sólo en la compra de comida para alimentar a una familia de tres personas, siendo los productos cárnicos, los que mayor costo implican, al ser de entre 40 y 70 pesos, el precio de una charola de entre 300 y 500 gramos de carne de res o cerdo. Mientras que un pollo crudo entero, tiene un costo de entre 45 y 60 pesos. En el caso del huevo, su costo por un una caja con 12 piezas es de 28 pesos, a lo que se suma la compra de verduras como el tomate rojo, cuyo costo es de unos 20 pesos por kilogramo y cebolla a 18 pesos.
Si se desea añadir a la despensa una caja de cereal, las más económicas, de hojuelas de maíz, se venden a precios de 23 a 25 pesos, mientas que las más costosas, con otro tipo de complementos, se ofrecen a más de 45 pesos. En tanto, una caja de lecho de un litro, se puede encontrar desde los 8.50 a los 16 pesos.
Esto en conjunto, deriva en que la alimentación sea cada vez más costosa y lesiva a la economía de los sectores populares, quienes en ocasiones, deben recurrir a compras emergentes en tiendas de abarrotes, tianguis o mercados, lo que implica gatos extra, por los que es necesario sacrificar recursos en diversiones u otros satisfactores. (Por Raimon Rosado>Quequi)

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