Alcaldes, presas del crimen
En México, pareciera que los presidentes municipales son una especie en peligro. En 10 días, tres han sido asesinados, en Chiapas, Guerrero y Puebla. Con estos sangrientos hechos, van 17 ediles ultimados en el actual sexenio y 55, si se le suman los fallecidos en el anterior gobierno federal.
José Santa María Zavala, alcalde de Huehuetlán “El Grande”, localidad ubicada en la zona central de Puebla, fue acribillado la noche del lunes, en una carretera cuando se dirigía a su casa. Según las investigaciones en el camino había piedras para impedir el paso de la camioneta y una persona que acompañaba al funcionario en su coche narró que los atacantes exigían el pago de nómina, pero el edil no llevaba dinero.
El pasado 23 de julio Domingo López González, alcalde de San Juan Chamula, Chiapas, fue asesinado en la plaza de la localidad en un confuso incidente. Según las autoridades un grupo de pobladores increpaba al alcalde sobre unos recursos para obra pública cuando comenzaron las detonaciones. En el lugar murieron el edil y cuatro personas más.
Un día después, Ambrosio Soto Duarte, alcalde de Pungarabato, un municipio de Guerrero, fue emboscado en una carretera y acribillado dentro de su coche junto a su chofer. El munícipe ya había sufrido amenazadas del crimen organizado.
Semanas antes, este edil lanzó un mensaje en Twitter pidiendo el apoyo del presidente Enrique Peña Nieto: “Mataron a mi primo, estoy amenazado por la delincuencia organizada, ya es hora de actuar señor presidente @EPN” dijo.
Miguel Barbosa, coordinador parlamentario del PRD, reprochó que las autoridades federales no atendieran el llamado de auxilio de Soto Duarte. Además afirmó que Guerrero es un Estado fallido, donde las autoridades han sido rebasadas. “Exigimos que la autoridad federal asuma el control de este asunto tan grave como es el combate al crimen organizado”, dijo el senador.
El pasado 25 de julio, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, condenó los asesinatos de los dos presidentes municipales. En un mensaje que dirigió en la reunión nacional “La nueva agenda del desarrollo municipal”, el titular de la Segob dijo:
Hoy estamos llamados a hacer un frente común, para que ninguna autoridad local sea víctima de violencia, ni vuelva a ser cooptada o lastimada por los grupos delictivos. Tenemos que proteger a quienes trabajan en favor del País y para que lo puedan hacer bien en favor de toda la población y de todos los mexicanos, dijo el funcionario.
Sin embargo, a menos de una semana de su declaración otro edil fue ejecutado.
El número de alcaldes asesinados durante el periodo del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa alcanzó los 38, y con la ejecución del presidente municipal de Huehuetlán El Grande ya son 17 en la administración de Enrique Peña Nieto, de acuerdo con distintos recuentos realizados en la prensa y por organizaciones civiles.
Esto significa que la estrategia, si la hay, para evitar que la máxima autoridad civil en los municipios sea alcanzada por el crimen organizado, no ha funcionado.
ÚLTIMO ADIÓS
Ayer, decenas de personas despidieron por las principales calles de Huehuetlán El Grande a su alcalde asesinado.
“Descansa en paz presidente Zavalita», rezaba una manta colocada en el palacio municipal, en honor al alcalde que llegó de la mano del partido Movimiento Ciudadano.
Con un incesante sol, mujeres, hombres y niños caminaron por las calles del municipio migrante acompañados por flores multicolores para decir adiós al presidente municipal acribillado en el interior de su camioneta.
El asesinato del alcalde poblano es el quinto que se registra en lo que va de este año. El primero ocurrió en el Estado de Morelos. El 2 de enero, un día después de asumir el cargo, Gisela Mota Ocampo, alcaldesa de Temixco, fue asesinada a balazos en su propio domicilio. Un grupo de encapuchados irrumpió en su casa y delante de su familia le dispararon en cuatro ocasiones. Desde 2006, 55 alcaldes y 32 exalcaldes han sido asesinados, según la asociación nacional de munícipes.
Por Agencias > Quequi