LA DIOSA IXCHEL. El Castillo
MAGNETISMO EN LOS REFLECTORES
No cabe ni la menor duda de la importancia de los reflectores, de su significado para quienes afanosamente requieren, necesitan de, por lo menos, cinco minutos de fama y la forma en la que ésta se consiga no parece ser lo importante, el chiste es que llegue, se presente, haga famosos a quienes ningún servicio le prestan a la sociedad en la que conviven. Quienes desde hace tiempo han establecido una lucha por evitar la depredación, por conservar la naturaleza que ha caracterizado al Caribe mexicano, difícilmente empezaron a salir a la luz pública sus acciones, sus demandas; su inconformidad fue de todos conocida cuando llegaron a los extremos, mientras tanto, fue esa discreción su mayor virtud. Sin embargo, y frente a estas actitudes, resaltan las de algunos empresarios y viejos conocidos.
En los últimos días se ha hablado y mucho de recursos que “se esfumaron”, todos ellos provenientes de aportaciones hoteleras, o sea, de las que les interesan y nada más. Mencionan una cifra nada despreciable, cuantiosa, misma que se formó a través del tiempo y no de la noche a la mañana, ni siquiera durante un mandato gubernamental sexenal. Tuvieron años y años para hacer las reclamaciones antes de que creciera el volumen de la cantidad de la que se ignora el paradero, dicen. Sin embargo, no sólo callaron, sino se dedicaron a festinar muchos de los actos que son hoy motivo de fuertes críticas, como si apenas se descubrieran, como si ellos mismos no hubiesen sido comparsa de cada uno de ellos.
Brotaron alabanzas, y no sin razón, por la conectividad lograda en Quintana Roo en el aeropuerto de Cancún, por las operaciones surgidas de la presencia de la entidad en todo tipo de promociones turísticas internacionales. Los resultados están, los índices de ocupación son reveladores y auténticos. Sin embargo, resulta en el presente que esas mismas voces de halago son las mismas cantantes para evitar que se siga asistiendo a ferias internacionales y “se gaste en ellas el dinero público”. Se exige sean los empresarios quienes definan al que debe encabezar la Oficina de Visitantes y Convenciones, conocida por sus siglas: OVC. También quieren sacar a Aguakan de la concesión, bajo la infantil versión de “cuando llueve, se estancan las aguas en las avenidas y nuestros empleados no pueden transitar y llegar a tiempo a su trabajo”. Habría que ilustrarlos sobre las responsabilidades de Aguakan, mismas ajenas a lo relacionado con el drenaje.
Empoderados como están algunos empresarios locales, descuidaron otros negocitos con los que cuentan allende las fronteras y ahora tendrán que enfrentar a las autoridades, y no a las mexicanas, a las cuales presionan y “convencen” de una y mil maneras, sino a las del vecino del Norte. Empoderados como están, tienen pretensiones de convertirse en co-gobierno bajo un esquema, una idea, una percepción de la personalidad del gobernador electo que es falsa, ya que si con algunos tiene compromisos serán los votantes, los de masa, los muchos y no un puñado de buscadores de fama pública con bases redentoras.
Se verá cuando se aprueben a nivel federal parte de los artículos y leyes que hoy se llevan a la Suprema Corte de Justicia, su puesta en marcha. En enero, consideran algunos, podría iniciar lo del Tribunal Administrativo y sus integrantes. Aunque si se hacen las promulgaciones respectivas en estos días, tocará a las autoridades actuales ejecutar las mismas acciones causantes de la impugnación. No hay duda: si se quiere enredar una situación, hay que apelar a la ley y buscar abogados.