LA DIOSA IXCHEL. El Castillo

 

NO ES CUESTIÓN DE NOMBRES, ES DE LEYES

 

Pese a que se han vertido litros y litros de tinta y utilizado –metafóricamente- kilómetros de papel, resulta mucho más fácil transgredir la ley que aplicarla puntualmente. Cuando en estas líneas se hace notar la invalidez de una decisión como la presidencial para actuar en contra de la autonomía estatal, de sus poderes, de los constituyentes, de las normas en las cuales se desenvuelven gobiernos y sociedad, no se ven los nombres ni los partidos, sino las acciones y, en el presente, la exigencia de aplicar conforme a los cánones de respeto a esas autonomías, prevalecerá cuando se acerque el fin de quienes apenas ingresarán al poder estatal, al municipal y para los próximos legisladores. Lo que hoy se aplaude puede ser lo mismo que se practique en contra dentro de un tiempo y eso es lo no permisible. Estar sujetos a los caprichos, decisiones, actuaciones bajo presión del poder federal, nunca dará buenos resultados, sino todo lo contrario, será la limitante permanente sobre las decisiones a tomar por los gobernadores. El Estado de Derecho es lo exigible en todo momento y bajo cualquier circunstancia.

 

Es muy difícil aceptar, por ejemplo, se ejecuten acciones cuyas interpretaciones llevan a la conclusión de no ser legales, pero son muy políticas. ¿Y eso les da validez? Dicen, son mensajes cifrados, entendibles, dirigidos a tres mandatarios de los 7 que perdieron la titularidad del gobierno bajo la bandera tricolor, la del PRI, no la nacional. También se advierte, se presentaron en razón de los excesos y el enriquecimiento de ese tercio. Sólo que no hay ese mismo “recadito”, por ejemplo, cuando se trata de Humberto Moreira, del exmandatario de Coahuila, del mismo que ahora levanta la mano en contra de un comunicador y lo demanda por haber afectado su nombre, por haberlo difamado, por señalarlo de corrupto. Un manotazo sobre la mesa para imponer la ley y aplicarla sin distingos merecería una gran ovación. Lo que hoy se hace no permite sino recordarles a panistas y perredistas que la política a la mexicana se identifica con el nivel escolar de primaria, cuando unos a otros de pensamiento diferente se advierten: a la salida nos vemos.

 

Según se observa, no sin gran preocupación, van registrándose eventos en los cuales se pone de manifiesto la inseguridad y la penetración de los grupos mafiosos. Crímenes a diario sin esos toques pasionales o producto de robos con violencia, sino ajusticiamientos en los cuales se practica la venganza familiar, ya que incluye el asesinato de menores. La fuga de la cárcel de Cancún, la segunda en un par de meses, habla por sí misma no sólo de todas las carencias de esa prisión, sino de la fortaleza de la delincuencia organizada llevada al extremo de pasar por encima de cualquier medida de seguridad. La incapacidad de ese centro ha sido señalada reiteradamente, así como la urgente necesidad de construir otro lugar en donde puedan tenerse medidas mucho más radicales, aplicadas en una zona en donde no estén rodeados de construcciones habitacionales, impedimento éste para mantener un área de resguardo mayor a la del inmueble.

 

La fama del destino se juega en cada acción de esta naturaleza y se tienen ejemplos del derrumbe de emporios turísticos a causa de la presencia delincuencial. Por lo tanto, bueno será que también, para tranquilidad de la población, se informe de asuntos pendientes, de los causantes de gran revuelo. ¿Qué paso con los 40 millones de pesos encontrados en maletas en el aeropuerto de Cancún? ¿En dónde están los sujetos que los transportaban? ¿Y la pareja de extranjeros y los dólares que trasladaban? ¿Cuándo presentan a las bandas de robos a casas habitación? ¿Hay o no hay capturas? La nota roja en los medios sólo revela la actuación de las mafias, no la de la autoridad y eso hace falta y mucha.

 

Con dos curules más, avanza el Verde sin ningún freno, ¿o no?

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