Atentado turístico de Profepa
Decenas de turistas nacionales y extranjeros, traídos por distintas empresas turísticas desde Cancún a la Bahía de Akumal, fueron hostigados por personal contratado por la subdelegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), con sede en el poblado, ya que fueron sacadas del mar y no les permitieron nadar, sin explicación alguna.
Los sujetos, contratados como “vigilancia participativa” y que portaban camisetas verdes, comenzaron a gritar desde la orilla, exigiendo la salida de los bañistas del agua. Uno de ellos incluso ingresó al agua para regañar a un turista que no hacía caso a sus órdenes.
“Es inadmisible que esto esté ocurriendo, pues los turistas vienen a conocer y disfrutar de las aguas de la Bahía; sin embargo, no pudieron”, comentó un turistero, que atestiguó con enojo está acción. “Creo que aquí deben de intervenir las autoridades o que la Profepa explique el motivo de este proceder, ya que fue el subdelegado de esta dependencia en Akumal quien los contrató”.
El hecho ocurre cuatro meses después de que la zona fuera declarada área de refugio de tortugas y dos días después de la visita de los titulares de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, y de la Conanp, Alejandro del Mazo Maza entregaran 20 permisos a cooperativistas turísticos para que ingresara cada uno 14 turistas por día, para un total de 280 visitas, que es lo máximo que se tolerará en la zona por los próximos seis meses.
En el evento, Guillermo Haro Bélchez aseveró que ya debían “acabar con el desorden y anarquía”.
Según el titular de la Profepa, se había pensado cerrar definitivamente este lugar a visitantes, pero para no afectar a nadie económicamente, se acordó regular las actividades, permitiendo 280 personas por día y, al cabo de seis meses, reevaluar si se puede elevar esta cifra, a las 700 que piden los cooperativistas locales.
Por separado, el delegado de la Semarnat explicó que aunque había buena organización local para realizar esta actividad de forma sustentable, ya habían detectado la presencia de autobuses foráneos con turistas, que no permitían tener un control sobre la zona, pues con ellos se recibe hasta 2 mil visitas diarias.
“Desafortunadamente las autoridades municipales estatales y federales no se aparecieron y vemos como se empezó a afectar a la tortuga. A nivel interno, el secretario, comisionado y procurador decidieron poner orden en Akumal”, señaló José Luis Funes Izaguirre
No obstante, aclaró que los bañistas sí pueden disfrutar del lugar, ahora bajo control de Profepa, siempre y cuando no se pase más allá de la línea de bollado hacia la zona de anidación, situación que no fue la vivida por los turistas expulsados por los vigilantes comunitarios desde la misma orilla del agua, lo que habla de la pésima capacitación brindada hacia este nuevo organismo. Por Francisco Canul > Quequi