Renuncia Nigel Farage, artífice de Brexit
Por dos décadas, prometió que iba a sacudir la política británica y liberar a su país de la Unión Europea (UE). Hace dos semanas, logró su cometido.
Con eso, despreocupado sobre las consecuencias, Nigel Farage se dijo bien servido y anunció ayer su renuncia como líder del partido UKIP, euroescéptico y de tintes xenófobos.
“Mi propósito al entrar a la política era sacar a Bretaña de la Unión Europea. La victoria en el referendo significa que mi ambición política se ha cumplido”, declaró Farage.
El británico de 52 años, otrora un corredor de bolsa londinense y sobreviviente de cáncer testicular, ha renunciado a la dirigencia de UKIP otras dos veces, en 2009 y en 2015. En esas ocasiones retomó el poder poco tiempo después, aunque ayer sugirió que ahora no sería el caso.
“No cambiaré de nuevo de parecer, se los prometo (…) Durante el referendo, dije: ‘Quiero de regreso mi país’. Lo que digo ahora es: ‘Quiero mi vida de regreso’, y eso empieza ahora”, dijo.
El polémico británico seguirá siendo europarlamentario, puesto al que llegó en 1999 y que perderá si se consolida el Brexit.
Desde la Eurocámara, alertó, estará pendiente sobre las negociaciones de la salida que él apuntaló con promesas después retiradas, como la millonaria inversión que habría en seguridad social si se dejaban de pagar las cuotas de la UE -que contribuían a su propio salario- o que podrían negociar una menor límites a la migración europea.
“Estaré al pendiente como un halcón del proceso de renegociación desde Bruselas. Si vemos recaídas o debilidad, o incluso apaciguamiento por parte del Gobierno británico, no dudaremos en decir algo”, señaló Farage.
Su renuncia le ganó críticas de que está abandonando un barco en peligro de hundirse.
UKIP es sólo el gran partido británico más reciente cuya cúpula se ha visto sacudida por el referendo del Brexit, sumiendo a la nación en incertidumbre sobre cómo se gestionará la salida.
El gobernante Partido Conservador ya vio también la renuncia del Primer Ministro David Cameron, lo que ha desatado una fuerte pelea entre los posibles sucesores que incluso llevó al favorito, el ex Alcalde Boris Johnson, a retirarse de la contienda.
Mientras que el Partido Laborista, principal fuerza opositora, vive un periodo de insurrección. La semana pasada, Jeremy Corbyn perdió el voto de confianza, pero rechazó dejar la dirigencia.
Los problemas no se quedan en Londres. Escocia ha sido vocal sobre sus deseos de buscar la independencia del Reino para quedarse en el bloque europeo.
Políticos de Irlanda del Norte han postulado un posible voto para unirse a la República irlandesa, pese a que hace apenas 18 años culminaron décadas de lucha entre nacionalistas que querían una sola Irlanda, y unionistas, que querían quedarse en el Reino Unido.