LA DIOSA IXCHEL. El Castillo

 

 

AL ESTILO DE “LA CHIMOLTRUFIA”

 

En sentidos contrarios se ven las decisiones adoptadas por el Gobierno federal en varios renglones. En Oaxaca y relacionados con el problema magisterial, surgido por una multirrechazada Reforma Educativa -no logran aún el reconocimiento de la autoridad sobre una manufactura laboral y muy mala, por cierto- se muestra, por una parte, sobrada preocupación por surtir eficientemente las tiendas de Diconsa, bajo el argumento de una escasez de alimentos. Tal prontitud no se ha visto jamás, ni siquiera cuando la naturaleza lleva a varios puntos de la geografía nacional a ser declarados “zona de desastre”, mucho menos se aprecia para mitigar la hambruna en cientos de comunidades. Por la otra se registran amenazas, se aprestan armas para atacar a los maestros, se habla de un hartazgo de quienes tienen la obligación de mantener abierto el diálogo hasta encontrar soluciones. Los muertos ya registrados se presentan como un tercer elemento que convierte esta fase de gobierno en engañosa y fallida, alejada del Derecho, violando, inclusive, mandatos constitucionales.

 

Aun y cuando el PRI aseguró que había aprendido la lección, al perder la Presidencia de la República en el año 2000, al inicio de un nuevo Siglo, las declaraciones engañosas siguen vigentes y en todo su esplendor. Lo dicho en torno a los incrementos a las gasolinas, la promesa de la inexistencia de precios mayores, se derrumbó apenas dos años después y corroborar la mentira ha sido una tarea permanente, puesta en escena nuevamente hace un par de días en todas las gasolineras. Antaño, dependencias como la Secretaría de Economía, sostenían que no habría variantes en los precios de alimentos y no transcurrían ni 48 horas, cuando sucedía todo lo contrario. Ni qué decir de aquella defensa del peso “como un perro” y la consecuente y pronta devaluación; o el “no nos volverán a saquear”, frase hueca y mentirosa, al presentarse saqueos, hurtos, robos, evasiones fiscales, tanto de nacionales como de extranjeros “de nivel”. Por lo tanto, si el panorama se presenta al revés de las promesas hechas, no parece que deba sorprendernos.

 

Puede ser que los empresarios tengan temores ante las experiencias vividas, o puede ser que están ciertos de sus aportaciones para lograr la llegada de un candidato sin la bandera tricolor -aunque sí la formación- a la gubernatura quintanarroense. De ahí que surjan exigencias y hasta “sugerencias” para los nombramientos de algunos funcionarios del próximo gabinete. Por ahí del 11 o 12 de los corrientes, algunos hoteleros sostendrán una reunión con el gobernador electo para presentarle los nombres de quienes consideran son aptos para desempeñarse en la titularidad de Turismo estatal, para la Oficina de Visitantes y Convenciones que Jesús Almaguer ocupa actualmente y en la cual puede mantenerse o subir el siguiente peldaño, como pago a la información documentada y entregada en relación a las aportaciones y aplicaciones del Impuesto sobre el Hospedaje. Las intenciones de dominar el escenario gubernamental de estos prestadores de servicios, los lleva a señalar, al mandatario electo, como inconveniente su presentación en las ferias internacionales, por considerarlas “viajes inútiles”.

 

En esta “agua que llevan a su molino”, los liderados por Carlos Gosselin traerán a la memoria el cumplimiento de determinaciones, como el pago por hora laborada, o sea, otro desprendimiento de obligaciones hacia los trabajadores; homologación de horarios -escuelas-trabajo-; regular lo concerniente a condominios y casas que se rentan; entregarles a los de la Iniciativa Privada los recintos feriales como el de Puerto Morelos, entre otras lindezas que, aseguran, harán de esta tierra un mejor lugar… para sus capitales. Habrá que estar atentos de los cumplimientos a ese sector, porque significará cumplirles a todos. ¿O no?

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