Pasión por el trabajo

Pbro. Carlos César González cruz.

Que la bondad del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. ¡Afirma Señor, nuestro trabajo! ¡Afirma sí, nuestro trabajo! Salmo 90:17

Los seres humanos, regularmente nos quejamos por los malos sueldos, las injusticias en los empleos, que no valoran nuestro trabajo, etcétera.

Dios ha puesto en la vida de cada uno de nosotros un don especial que nos hace diferente de los demás, una capacidad que enriquece la diversidad en la generalidad; en otras palabras, como personas únicas e irrepetibles se nos ha dado un talento en el cual nuestra vida se desempeñará y aportará a la sociedad.

Cuando encontramos ese “en qué” ocupar nuestra vida, el trabajo deja de ser una carga, y empezamos a disfrutar a plenitud esa labor sin quejarnos y somos muy felices.

Todos somos muy capaces para algo; “¿Y qué es ese algo?” Pues ese algo es lo nos toca descubrir. La capacidad es lo que una persona posee para hacer las cosas, esa capacidad necesita la motivación, la motivación es el combustible que nos lleva a hacer las cosas; Cuando estamos en lo que nos gusta hacer, y somos motivados, viene a nuestra vida la inspiración, esa que que nos lleva a ponerle amor y espíritu.

Repasemos; todos los seres humanos sin excepción traemos una misión, venimos equipados con algo en lo cual debemos ocupar nuestra vida, debemos iniciar el camino para descubrir ese secreto. Cuando lo descubrimos somos motivados en la compensación de nuestra labor, para hacer bien nuestra tarea, necesitamos el combustible que haga arrancar nuestra vida en esa utilidad que desempeñaremos apasionadamente. La firma que pondremos a nuestra labor, tiene que ver con nuestra creatividad e inspiración; ¡eso es nuestra esencia que queda sobre nuestro trabajo.

Los trabajos bien hechos se pagan bien; pero los buenos trabajos excelentemente bien realizados, aparte de pagarse bien, se agradecen y se compensan. La única manera de hacer un buen trabajo, es que ames lo que haces.

Hay personas que dicen: “Mientras ellos hacen que me pagan, yo hago que les trabajo”. El mal trabajo, habla mal de nosotros mismos. No podemos ir dejando por donde vamos, la imagen de “mala persona”; Busquemos ser personas apasionadas por las cosas que nos gusta hacer.

¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida!

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