Concepción Rodríguez Chimal: el hombre que transforma obstáculos en sueños
JMM.- Cada amanecer es un nuevo desafío para Concepción Rodríguez Chimal, un padre de familia que, a pesar de su discapacidad, recorre de Presumida a JMM en su triciclo vendiendo chicharrones para llevar el sustento a su hogar. Su historia es la de un luchador incansable, un hombre que no se rinde y que, entre el esfuerzo diario, aún mantiene viva la esperanza de cumplir sus sueños.
«Nos levantamos a las siete de la mañana, preparamos los chicharrones y en las noches hacemos los saborines. Todos los días recorremos José María Morelos vendiendo nuestros productos», comparte Concepción. Pero el camino no ha sido fácil. Antes vendía dulces y otros antojitos, hasta que le robaron su triciclo. «Tuvimos que empezar de nuevo, y aquí seguimos, levantándonos cada día para salir adelante», dice con voz firme.
El esfuerzo es inmenso y las ganancias, muchas veces, apenas alcanzan. «En un buen día, cuando hay eventos, podemos vender hasta 1,500 pesos, pero hay otros donde apenas juntamos 400 o 500. Y con lo caro que está todo, mantener a una familia requiere al menos 700 pesos diarios», explica.
Sin embargo, Concepción no solo es un vendedor ambulante; también es un talentoso cantante de freestyle y un apasionado jugador de básquetbol en silla de ruedas.
«Mi sueño es seguir cantando, pero no hay apoyo para la música. Para producir canciones se necesita tiempo y recursos, y aquí en el municipio no hay apoyo para eso», comenta.
El deporte, otra de sus pasiones, también ha sufrido el abandono de las autoridades.
«Cuando estaba el gobernador Roberto Borge, nos daban apoyo. Luego, cuando cambió la administración, el equipo se deshizo. Ahora ya no hay recursos ni siquiera para comprar llantas para las sillas de ruedas», lamenta.
A pesar de todo, Concepción sigue luchando. Sueña con una beca o un respaldo que le permita continuar en el deporte y en la música. Mientras tanto, cada mañana vuelve a subirse a su triciclo, con la misma determinación con la que enfrenta la vida: con esfuerzo, dignidad y un corazón lleno de esperanza.
