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Debate por estromatolitos
Expertos y pobladores abordan el tema de arrecifes microbianos y su impacto en el ecosistema.
Jared García
Chetumal
El tema de los estromatolitos en la Laguna de Bacalar ha generado controversia. Mientras que estudiosos y habitantes de Bacalar consideran que la abundancia de estos organismos en el cuerpo lagunar está afectando el ecosistema y la fluidez de sus aguas, otros defienden la necesidad de su protección extrema.
El debate, tanto en el ámbito académico como entre los habitantes de Bacalar, se intensificó debido a las declaraciones de las ambientalistas Luisa Falcón y Silvana Ibarra, quienes, a través de la cuenta en redes sociales “Biocéntrica”, destacaron la importancia y función de los estromatolitos. Estas activistas argumentan a favor de establecer un Área Natural Protegida (ANP) en la Zona Sur de Quintana Roo, lo que no fue bien recibido por los ciudadanos, quienes temen que esta medida obstaculice el desarrollo de Bacalar y afecte proyectos como el Tren Maya, una obra millonaria heredada del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
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Aunque Falcón e Ibarra son conocidas en Bacalar, no residen allí. Sin embargo, su participación ha sido controvertida debido a que, bajo diversos argumentos, algunos de ellos cuestionables, buscan frenar la actividad turística en la zona. En particular, se recuerda que Silvana Ibarra encabezó el fracasado Programa de Gestión Común para el Uso Turístico de la Laguna de Bacalar (Protur), el cual abandonó tras revelarse que Alfredo Arellano Guillermo, señalado por corrupción, estaba involucrado. Arellano, ex director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), fue criticado por sobresaturar de autorizaciones de embarcaciones los parques marinos de Cozumel y Puerto Morelos y por permitir construcciones turísticas en el Parque Nacional de Tulum y la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an.
Benjamín Chí Catzin, habitante de Bacalar, señaló que las ambientalistas están utilizando los estromatolitos como bandera, pero sus declaraciones son contradictorias. En su última intervención en redes sociales, afirmaron que los estromatolitos son extremadamente frágiles y que se debe preservar su integridad. Sin embargo, segundos después, aseguraron que “los estromatolitos sobrevivirán incluso si la humanidad se extingue”, argumentando que han resistido otras extinciones masivas. Los residentes de Bacalar sostienen que, si realmente les importara el bienestar de la laguna, deberían enfocarse en problemas urgentes como los tiraderos a cielo abierto, la falta de drenaje sanitario y la ausencia de un relleno sanitario, cuestiones que son menos rentables para los ambientalistas pero que afectan seriamente el ecosistema local.
Para los pobladores, estas contradicciones sugieren que existen intereses ocultos y que las ambientalistas pretenden usar los estromatolitos para fines económicos, algo similar a lo ocurrido con la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, que fue arrebatada al pueblo maya y terminó en manos de poderosos, como el ex banquero Roberto Hernández, quien se apoderó de una isla.
Por su parte, la investigadora María Luisa Villarreal Sonora enfatizó que “Bacalar no es un museo de piedras, es un sistema que necesita intervención y manejo inteligente para asegurar su futuro”.
La experta destacó que los estromatolitos se forman rápidamente y están obstruyendo los drenes. “Recientemente verificamos que el agua se encuentra de 10 a 15 centímetros por encima del nivel regular y no baja. Es crucial que el conocimiento sobre los estromatolitos se base en información sólida que integre tanto el saber local como el científico, sin caer en chismes o especulaciones”, subrayó Villarreal, quien está a punto de publicar un libro sobre los estromatolitos de Bacalar, en el que desmiente mitos sobre estos organismos.