Renace la Laguna que une a Plan de la Noria Poniente y Venustiano Carranza

JMM.- Después de años de incertidumbre, la laguna que une las comunidades de Plan de la Noria Poniente y Venustiano Carranza ha renacido, alcanzando niveles de agua no vistos en más de una década. Este fenómeno natural ha transformado el paisaje local, devolviendo la esperanza y la prosperidad a sus habitantes.

“Está como un mar”, describe emocionado José Antonio Pacheco Novelo, habitante de Plan de la Noria Poniente, al contemplar las aguas que ahora se extienden por más de 5 kilómetros de largo, con profundidades superiores a los 10 metros en su punto más hondo. Las lluvias recientes han reavivado este espejo de agua, que brilla bajo el sol y refleja la vida que alberga en su interior.

Más allá de su imponente belleza, la laguna es una fuente de sustento para las familias cercanas. Alberga una rica biodiversidad que incluye peces, tortugas y lagartos, recursos fundamentales para la subsistencia de los pobladores. “Nuestros hijos a veces van a agarrar unos pescaditos para comer”, comenta Pacheco Novelo, ilustrando cómo la pesca se mantiene como una tradición que conecta a las familias con la naturaleza.

Para los habitantes de Plan de la Noria Poniente, la laguna es mucho más que un cuerpo de agua. Es una bendición divina, un regalo que simboliza resiliencia y abundancia. Durante los años de sequía, su desaparición fue un golpe duro, pero su resurgimiento ha llenado de alegría y gratitud a quienes dependen de sus recursos.

La recuperación de la laguna no solo revitaliza el ecosistema, sino que también fortalece el vínculo entre Plan de la Noria Poniente y Venustiano Carranza. Este espacio compartido no solo une físicamente a las comunidades, sino que también refuerza la identidad y el sentido de pertenencia de sus habitantes.

Conscientes del valor de este renacer, Pacheco Novelo expresa su compromiso de cuidar este tesoro natural. “Es un recurso valioso que debemos preservar para nuestros hijos”, señala, destacando la importancia de la conservación para garantizar que esta laguna siga siendo un símbolo de vida y esperanza para las generaciones futuras.

Así, entre las aguas renovadas y el horizonte despejado, la laguna se levanta como un recordatorio del poder de la naturaleza para regenerarse y del impacto que tiene en quienes la rodean.