RAFAEL SANTIAGO. Contracara
CICERO: EL ‘CHAVO DEL 8’
El PAN estaba envalentonado y exigía el voto por voto, casilla por casilla en el Distrito VIII, enmarcado dentro del municipio de Benito Juárez. Su confianza se basaba en que había en el PREP una ventaja para José de la Peña de poco más de un centenar de votos; sentían que se podía revertir esa tendencia, pero les salió el tiro por la culata.
El jueves pasado pensaron que podían revertir el triunfo y extendieron, con una revisión exhaustiva, la jornada en la Junta Distrital VIII del Instituto Electoral de Quintan Roo (Ieqroo). A contraluz, contabilizaron todas las actas electorales de las 117 casillas y, notando ciertas inconsistencias en 12 paquetes electorales; el equipo jurídico de la candidata de la alianza PAN-PRD, Eugenia Solís Salazar, exigió que se abrieran. La diferencia, en lugar de reducirse, aumentó, por lo cual decidieron que no era conveniente abrir más casillas.
Al final, habían perdido la elección por 434 votos. El consejero presidente del Ieqroo, Julio Abraham Aguilar Díaz, confirmó 12 mil 251 votos para “Pepe” de la Peña, contra 11 mil 817 para su oponente más cercana, la abanderada de la alianza auriazul “Quintana Roo UNE”.
Había que intentar tumbar la elección con otros recursos y con otras acusaciones. Tratar de ganar en la mesa lo que habían perdido en las urnas. Con el trasfondo de atacar a un personaje, como “Pepe” de la Peña, que tiene un empuje político que le augura importantes posiciones políticas.
Ayer, en la sede del PAN, ofrecieron una rueda de prensa el dirigente estatal, Eduardo Martínez Arcila, y el municipal, Eduardo Pacho, además del representante del blanquiazul en el Ieqroo, Óscar Bernal, y su candidata perdedora, Eugenia Solís, a quien pocos la ubican, pero que resulta ser la esposa de René Cicero Ordóñez, operador político de los azules y que estuvo metido en escándalos de aviadurías en el ayuntamiento y que, como premio a su labor partidaria, Arcila lo designó como decimo tercer regidor, correspondiente a Industria, Comercio y Asuntos Agropecuarios. Cicero había anunciado que sería candidato blanquiazul a diputado, pero por equidad de género no pudo, con lo cual se buscó poner como «juanita» a su cónyuge, quien finalmente fracasó en su intento.
Seguros de que los votos no les favorecen, el PAN presentó ante el Consejo Distrital VIII un juicio de nulidad de la elección para diputado de mayoría relativa. El argumento que dan es que hubo retraso en la apertura de 76 casillas, que representan el 68% del total en la demarcación y que significó que unos 4 mil votantes no pudieran ejercer su derecho a sufragar en las urnas.
Con esta peregrina solicitud, podrían anularse las elecciones de gobernador y de todos los municipios, porque por cuestiones de desorganización, ignorancia, irresponsabilidad, falta de civismo y hasta por cuestiones climatológicas, hubo un retraso considerable en la apertura de las casillas de toda la entidad. También aseguraron que harán impugnación en los municipios de Isla Mujeres (perdieron por 355 votos), Lázaro Cárdenas (les ganó la alianza PRI-PVEM-Panal por 716 votos) y Puerto Morelos (Laura Fernández ganó con 505 votos de diferencia), además que respaldarán el procedimiento jurídico que haga el PRD en Benito Juárez.
Todo se explica con el supuesto que, siendo tan pequeña la diferencia, eliminando una urna o dos, se podría dar la voltereta a la elección. Eso vale casi para todos, pero no en el referente a Benito Juárez, donde poco es lo que pudiera hacer Julián Ricalde, del PAN-PRD, que sacó 57 mil 344 votos, ante Remberto Estrada Barba, candidato de la alianza PRI-PVEM-Panal, quien logró 96 mil 704 votos. Aún así quiere impugnar, pero solamente para hacer un circo electoral, algo que llame la atención porque poco hizo para su campaña; además de que se le menciona como funcionario del próximo gobierno estatal.
La campaña electora floja y en ocasiones hasta nula por parte del exedil, muestra parte de lo que se tejió en las altas esferas del poder para manejar el proceso electoral. Se suponía que Gregorio Sánchez Martínez entraba al quite para frenarlo y provocarlo, aprovechando de su «mecha corta» ante el embate político. No fue así. Ni siquiera se dijeron «me caes mal». Se hicieron ojitos. Y terminaron envueltos en las cifras electorales: Ricalde tuvo 39 mil 360 votos de diferencia con Remberto, y Greg sacó 39 mil 408 votos como candidato del Partido Encuentro Social. Casi el mismo número de votos, mismos que, por cierto, también se reflejaron en el voto cruzado a favor de Carlos Joaquín González.