Armando Dzib Chan, el último trovador morelense que revive la tradición romántica

José María Morelos.- En el corazón de José María Morelos, don Armando Dzib Chan, quien a sus más de 70 años se ha ganado el título de «último trovador morelense», ha decidido compartir su vasto conocimiento musical con las nuevas generaciones. A pesar de los años y las dificultades que la vida le ha presentado, su amor por la música lo ha llevado a una nueva misión: transmitir la magia de las guitarras y la música romántica de antaño a niños y jóvenes en el Centro Cultural Bicentenario.

Con más de diez alumnos bajo su tutela, don Armando se ha convertido en un mentor que no solo enseña a tocar la guitarra, sino que también siembra en sus estudiantes el amor por un género que, con el tiempo, parecía haber sido olvidado: la trova romántica. Cada tarde, su aula se llena de acordes, pero también de historias de serenatas y de tríos que, en los años 60, llenaban las calles con melodías dedicadas a los enamorados.

Para Don Armando, este logro es más que una satisfacción personal. Es la esperanza de que, gracias a su enseñanza, los jóvenes no solo aprendan a tocar un instrumento, sino que revivan una tradición que alguna vez fue la esencia del romance en su tierra. Inspirado por el entusiasmo de sus alumnos, ha decidido ampliar su enseñanza e incluir otros instrumentos, con el sueño de formar una rondalla juvenil.

Su sueño es claro: escuchar, una vez más, una serenata resonando a lo lejos, como en aquellos tiempos en que los tríos eran parte de la vida cotidiana. Para él, esta es su manera de devolverle a su pueblo un pedacito de aquel romanticismo que lo marcó en su juventud.

Don Armando, con su humildad y sabiduría, es un ejemplo vivo de que los sueños no tienen edad. Hoy, su labor no solo es un legado musical, sino también un recordatorio de que la pasión por lo que uno ama puede trascender generaciones.

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