Condena ONU bombardeo en clínica de Kiev
Disparar contra hospitales es un «crimen de guerra», dijo ayer una alta funcionaria de Naciones Unidas durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, luego de un ataque mortífero contra centros de salud en Ucrania atribuido a Rusia.
«Dirigir intencionalmente ataques contra un hospital protegido es un crimen de guerra y los perpetradores deben ser responsabilizados. (…). Estos incidentes son parte de un preocupante patrón de ataques sistemáticos contra centros de salud y otras infraestructuras civiles en Ucrania», afirmó Joyce Msuya, subsecretaria interina de Naciones Unidas para asuntos humanitarios.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dijo que 38 personas murieron, incluyendo cuatro niños, y 190 fueron heridas durante los ataques con 40 misiles que tuvieron por blanco varios pueblos y ciudades.
La capital ucraniana está de luto desde ayer, tras los bombardeos rusos que destruyeron el mayor hospital pediátrico del país, con un balance que amenaza con aumentar a medida que se despejan los escombros.
El bombardeo del hospital infantil de Okhmatdyt conmocionó a Ucrania tras más de dos años de una guerra que empezó con la invasión rusa en febrero de 2022. El ataque también fue condenado por los aliados occidentales de esta ex república soviética.
El ayuntamiento de la capital decretó un día de luto en la ciudad, donde las banderas ondeaban a media asta y los eventos de entretenimiento fueron pospuestos.
Según el gobierno ucraniano, un misil de crucero ruso Kh-101 impactó contra el hospital pediátrico, aunque Rusia asegura que el ataque fue provocado por los sistemas de defensa aérea ucranianos.
Moscú reiteró ayer que las fuerzas rusas solo atacan infraestructuras militares.