Diálogo con Dios
Pbro. Carlos César González Cruz.
Si tuvieras la suerte de encontrarte con Dios de manera real y personal, que escuchara con atención y tiempo suficiente, contestara tus reclamos inconformidades, preguntas e inquietudes de toda tu vida, y que después de esto, te hiciera una pregunta: «Dime, ¿Qué quieres que te dé o haga por ti? ¡Piensa bien lo que pedirás! » ¿Qué le pedirías?
En verdad sería interesante oír algunas peticiones de nosotros a Dios. El concepto que tengamos de Dios, eso gobierna nuestra vida. Algunos tenemos la idea de que a Dios hay que ganarlo con ofrendas y diezmos; que nuestra conducta debe ser muy recta para obtener sus favores; qué hay que recordarle quienes somos, dónde vivimos y cuál es nuestra necesidad. Algunos piensan en que Dios es un ser «justiciero», por cada pecadillo los castigará enfermándolos, descomponiendo sus carros o con una tragedia.
«Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.» Mateo 6:8
¡Qué hermosas palabras de Jesús! Nos enseña, la naturaleza del Padre Celestial. Un Dios Soberano, que todo lo sabe y que, como Padre, nos ama pues somos sus hijos.
«Se compran dos pajaritos con sólo una moneda, pero aun cuando son capturados no dejan de estar bajo el cuidado del Padre de ustedes. Dios les tiene contados a ustedes hasta sus cabellos. Así que no tengan miedo, ustedes valen más que muchos pajaritos.” Mateo 10:29-31
Dios ama su naturaleza, ama los pajaritos, ama a sus criaturas pequeñas y nos ama a nosotros como sus hijos. ¡Sabe hasta de nuestro cabello!
«Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios”. Filipenses 4:6
Me imagino al maravilloso Padre Celestial inclinándose con amor y ternura, diciéndonos ¿Qué quieres hijo mío? Esas verdades de la Biblia confortan mi alma, aseguran mi vida dándome confianza.
«Señor, todo mi anhelo está delante de ti, y mi suspiro no te es oculto.”
Estás palabras las haría mía, ¡Si, así le diría si lo viera ahora, si lo tuviera frente a mí! Salmos 38:9
El Dios de amor, de Gracia infinita, el Dios Soberano, el Padre amado está ahora más cerca de lo que imaginamos. Solo cierra tus ojos y abre los ojos de la fe para creer sus promesas en la Sagrada Biblia, solo hazlo, es mejor intentar creer que intentar no creer.
¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida!