Condena mundial por ataque de Israel a convoy en Gaza

Tel Aviv. Israel enfrenta creciente presión internacional para que se realice una investigación, después de que más de 100 palestinos perecieron cuando multitudes de desesperados se agolparon en torno a un convoy de ayuda y soldados israelíes abrieron fuego.

Francia y Alemania, junto con Estados Unidos, han respaldado un llamado a realizar una pesquisa internacional. India expresó profunda conmoción por los decesos y Brasil manifestó que el incidente está más allá de los límites éticos o legales.

Autoridades de Salud en Gaza, gobernada por Hamas, afirman que fuerzas israelíes mataron por lo menos a 112 personas que trataban de alcanzar a un convoy de ayuda cerca de la ciudad de Gaza, la mañana del jueves, en medio de una crisis en la en que el hambre campea después de casi cinco meses de guerra.

El ataque de Hamas, el 7 de octubre, dio muerte a mil 200 personas, en su mayoría civiles, en Israel, e implicó la captura de 253 rehenes, según recuentos israelíes. La respuesta de Tel Aviv, consistente en bombardeo aéreo, operaciones terrestres y un bloqueo, ha causado desde entonces la muerte de más de 30 mil palestinos en Gaza, según autoridades de Salud en el territorio costero.

Israel culpó de la mayor parte de las muertes en el incidente en torno del convoy humanitario a las multitudes que se arremolinaron en cerca de los camiones, y afirmó que las víctimas se tropezaron o fueron atropelladas. Un oficial israelí reconoció que las tropas dispararon más tarde contra algunos en la multitud porque sintieron que representaban una amenaza, en una respuesta limitada.

El jefe de un nosocomio de la ciudad de Gaza que atendió a algunos de los heridos declaró ayer que más de 80 por ciento habían recibido impactos de armas de fuego. El médico Mohammed Salha, director del hospital Al Awda, declaró a la agencia Ap que 176 personas fueron llevadas a sus instalaciones, de las cuales 142 tenían heridas por arma de fuego. Las otras 34 mostraban lesiones congruentes con las que deja una estampida.

En Israel, el ministro de Seguridad, el ultranacionalista Ben-Gvir, demandó apoyo total a los soldados, que actuaron con excelencia.

Otro día en el infierno

En Gaza se desarrolla una catástrofe humanitaria, muchos países han llamado a un cese el fuego, pero el presidente estadunidense, Joe Biden, reconoció que el incidente del jueves complicará las pláticas hacia un acuerdo que implique una tregua y liberación de rehenes.

Sudáfrica, que ha presentado una acusación de genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, condenó los decesos. Israel niega el genocidio.

El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó profunda indignación y la más enérgica condena de estos tiroteos. Alemania sostuvo que el ejército israelí debe dar una explicación completa de cómo pudieron ocurrir el pánico en masa y el tiroteo con saldo de al menos 112 palestinos muertos.

El aliado más cercano de Israel, Estados Unidos, también ha demandado una investigación exhaustiva, y señaló que este incidente muestra la necesidad de una expansión de la ayuda humanitaria a la franja.

La necesidad humanitaria y escasez de alimentos son extremas, en particular en el norte, donde las personas se han visto orilladas a comer alimento para animales y cactos para sobrevivir. Los médicos informan también que en los hospitales los niños fallecen de desnutrición y deshidratación, y Naciones Unidas ha señalado que enfrenta abrumadores obstáculos para hacer llegar la ayuda.

La agencia humanitaria de la ONU, (OCHA, por sus siglas en inglés) refirió que entre los obstáculos figuran cierres de cruces viales, restricciones al movimiento y a las comunicaciones, así como onerosos procedimientos de veto, disturbios, caminos dañados y metralla que no ha explotado, pero quedó dispersa en las veredas y carreteras.

La semana pasada, la ONU indicó que los flujos de ayuda hacia Gaza se están secando y que cada vez es más difícil distribuirla en el enclave a causa de un colapso en la seguridad, pues la mayoría de los residentes están hacinados en campamentos improvisados.

Israel ha asegurado que no se ha puesto límite a la ayuda humanitaria en Gaza y que la cantidad y frecuencia de las entregas depende de Naciones Unidas.

El ejército israelí señaló el jueves que la entrega es realizada por contratistas privados, como parte de una operación que ha supervisado esta semana.

El vocero de la OCHA, Jens Laerke, afirmó que la entrega del jueves que derivó en la tragedia masiva se hizo sin ninguna coordinación con Naciones Unidas.

Con información de Reuters

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