Los Dioses sostificados de hoy.
Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Jn. 8:32.
Ps. Carlos César González Cruz
Existen muchos dioses que esclavizan al ser humano, ofrecen placer, pero terminas rindiéndote a ellos. Caes postrado ante ellos, te haces un creyente fervoroso. Son seductores y dignos de admiración. Mencionaré algunos, pero son muchos.
• La vanidad: ¿Has escuchado “Antes muerta que sencilla”? o “No quiero parecer arrogante, pero soy un hombre increíblemente atractivo y humilde”. Una persona adoradora de la vanidad nunca será ella misma.
• El orgullo: ¡Cuantos matrimonios se salvarían si se perdonaran haciendo a un lado el orgullo!; tomarían su teléfono, se pedirían perdón, irían a buscar a su ser amado para restaurar las relaciones rotas. Muchos padres e hijos se abrazarían sin ningún impedimento.
• El ego: Este dios siempre quiere ser el primero en todo. Quiere siempre ser atendido, comprendido, ayudado y oído. Él quiere ser valorado y reconocido. ¡Pobre del que no lo haga!
• La avaricia: El dios de la avaricia es insaciable, siempre pide más y más haciéndote un miserable.
• La sensualidad: Pobre del que tiene al dios de la sensualidad en su corazón. “Son hombre o mujeres que no nacieron para ser fieles. Viven culpando a sus víctimas de ser ellas el problema.
• El Carro: Hay personas que cuidan su vehículo mas que a sus propias vidas, gastan su dinero en el carro, les duele gastar en su hijo enfermo o necesitado. Siente mas dolor si alguien raya su vehículo, pero son insensibles a las necesidades familiares.
• La posición social. Es triste ver personas que ya no son ellas cuando dejaron de ser lo que eran en el cargo o la posición social que tenían. Eran amables, atentas, piadosas y educadas, pero solo era por el lugar que tenían. Al soltar eso que les hacía, dejaron de ser.
• Por último, les presento a uno de los dioses con mayor número de creyentes en la actualidad, “El señor Celular”. La gente ríe con él, lo lleva al baño, duerme y come con él. Es un dios que exige lo tengas contigo y los lleves a todos lados. ¡Que enloquezcas si lo pierdes!
Tal vez al leer estos, recuerdes otros, a los cuales la gente se ha hecho adicta complicando su existencia, llevándolos a la ruina, a la pobreza y al desprecio. Se refugian en ellos, los adoran postrados por el poco de placer que sienten, pero nunca tendrán la felicidad completa.
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Mateo 6:1
Dios quiere liberarnos de los dioses que esclavizan, nos manda a reconocerlo como el único Dios quien debe ser adorado, pues la idolatría es pecado.
¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida!