El Salvador apuesta por Nayib Bukele otra vez

El presidente del país centroamericano se reeligió para gobernar cinco años más; su contundente victoria, superando el 80 por ciento de los votos, fue gracias a su polémica estrategia de seguridad.

Ciudad de México. A partir de las 5 de la tarde local, comenzó el conteo de los votos ayer en El Salvador. La transmisión televisiva de los medios de comunicación locales mostraban los escrutinios en departamentos como Santa Ana, Sonsonate, y Ahuachapán donde los funcionarios repetían una y otra vez:

“Nuevas Ideas, Nuevas Ideas, Nuevas Ideas”, al mostrar las boletas que ratificaban la aplastante victoria del presidente reelecto para otros cinco años de gestión, Nayib Bukele.

Los cinco candidatos de la oposición apenas aparecieron en las votaciones. Con el 31% de las actas procesadas por el Tribunal Supremo Electoral al cierre de esta edición, Bukele obtenía el 82.9% de los votos, por encima del 7% del segundo lugar, el candidato del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Manuel Flores.

En los enlaces televisivos desde las casillas, se apreciaba la alegría de los representantes del partido oficialista, con alterones de papeletas a favor en las manos, mientras los miembros de la derechista Alianza Republicana Nacional (Arena) y demás partidos de oposición se aburrían al ver su derrota.

“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección Presidencial con más del 85 por ciento de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea. El récord en toda la historia democrática del mundo. Dios bendiga a El Salvador”, publicó Bukele en X cerca de las siete de la tarde, cuando varias casillas seguían atendiendo a ciudadanos que hicieron enormes filas, un hecho inédito en un país acostumbrado a celebrar elecciones en contextos violentos.

“La seguridad ha mejorado, antes no cualquiera podía estar aquí. Espero que esto siga así y que mejore la situación de la economía”, declaró a AFP Santos de Martínez, ama de casa de 66 años, tras votar en La Campanera, al noreste de la capital San Salvador, otrora bastión de la pandilla Barrio 18.

La estrategia de Bukele para serenar El Salvador dejó hasta el momento 75 mil criminales presos más la construcción de una megacárcel con capacidad para 40 mil reos.

A las 10:16 de la noche, Bukele salió a un balcón del Palacio de Gobierno en el centro de San Salvador, de la mano de su esposa, Gabriela Rodríguez, para agradecer ante miles de salvadoreños.

Sencillo, con una playera beige de manga larga, ofreció su primer discurso como presidente reelecto.

“Este día, El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo. Nunca un proyecto había ganado con la cantidad de votos que hemos ganado este día”.

 Ante los vítores de la multitud, que no le permitía seguir sin aplausos tras cada frase, aseguró:

“Sería la primera vez que en un país existe un partido único en un sistema plenamente democrático. Toda la oposición, junta, quedó pulverizada”.

Dicen los que no conocen El Salvador, los que nunca lo han visitado,  que los salvadoreños viven oprimidos, que no quieren el régimen de excepción, que tienen miedo del gobierno, les digo a los periodistas desde el país más seguro del hemisferio occidental, no me crean a mí, yo sólo soy un político, créanselo al pueblo, que se los está diciendo.

“El pueblo salvadoreño habló fuerte y de la manera más clara en la historia de la democracia mundial, si eso no los convence señores de las oenegés, de los organismos internacionales, de la OEA, nada los va a convencer”, sentenció.

Con información de AFP

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