Pesó la localía

Por Redacción          

El férreo peleador japonés Kenshiro Teraji defendió con éxito su título unificado de peso Minimosca que avalan el Consejo Mundial de Boxeo (CMB-WBC, por sus siglas en inglés) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), al imponerse por decisión mayoritaria al venezolano Carlos Cañizales, quien ofreció una gran batalla, pero resultó insuficiente.

En el pleito estelar de la pelea que se realizó en Osaka, Japón, Kenshiro se impuso con puntuaciones de 113-113, 114-112 y 114-112, luego de 12 asaltos intensos, en los que en los dos últimos fueron de dominio sudamericano.

Cañizales salió desde el inicio a presionar, sabiendo que sería determinante para aspirar al triunfo, aunque el poder de Kenshiro quedó de manifiesto en el segundo asalto, complicado para el sudamericano, quien se fue a la lona.

El venezolano reaccionó en el tercer rollo y con una violenta derecha al rostro obligó a que le dieran la cuenta de protección al japonés para sorprender a los miles de asistentes que acudieron al inmueble.

A cada golpe de Kenshiro, había una reacción de Cañizales. Si el japonés hacía daño con volados y ganchos a las zonas blandas, el venezolano respondía con dos o tres jabs y derechas, combinaciones de 3 o 4 golpes y mucho corazón.

En el decimoprimer asalto Kenshiro salió a correr, evitó en todo momento el intercambio ante un Cañizales que presionó y que conectó los mejores golpes.

Todo se definiría en el último asalto y el japonés lució mejor en el inicio, pero los últimos dos minutos se dedicó a correr una vez más. No quiso entrar a la guerra ante un Cañizales que presionó y que conectó, pero sin el daño esperado a un Kenshiro que se sentía ganador y que por eso no entró a la guerra. Al final la decisión fue para los jueces y el triunfo para el japonés.

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