Acapulco: La crisis no ha terminado
#SociedadHorizontal > Por Armando Ríos Piter
El desastre en Guerrero continua, pese a que el gobierno quiera ocultarlo. Aunque originalmente se publicó que las afectaciones provocadas por el Huracán “Otis”, fueron en 47 municipios, posteriormente, en el Diario Oficial de la Federación esto se modificó para dejar exclusivamente a Acapulco y a Coyuca de Benítez. Desafortunadamente, con gran preocupación vimos que el pasado jueves 8 de noviembre, el gobierno federal declaró “el fin de la emergencia”. Se ignoran las causas para esta terrible decisión.
Según la Ley General de Protección Civil, por Emergencia se entiende la “Situación anormal que puede causar un daño a la sociedad y propiciar un riesgo excesivo para la seguridad e integridad de la población en general, generada o asociada con la inminencia, alta probabilidad o presencia de un agente perturbador”. La misma ley define que un Riesgo son los “Daños o pérdidas probables sobre un agente afectable, resultado de la interacción entre su vulnerabilidad y la presencia de un agente perturbador”. Por último, para dicha legislación, el Riesgo Inminente es: “Aquel riesgo que según la opinión de una instancia técnica especializada, debe considerar la realización de acciones inmediatas en virtud de existir condiciones o altas probabilidades de que se produzcan los efectos adversos sobre un agente afectable”.
La declaratoria es necesaria, toda vez que el reglamento de dicha ley, en su Artículo 103, dicta que gracias a ella se podrá tener “acceso inmediato a apoyos financieros para la realización de acciones urgentes y prioritarias, cuya ejecución sea en el corto plazo. De esta forma, coadyuvará a solventar en una primera instancia los efectos negativos de los daños sufridos por los desastres de origen natural, para facilitar a la población el regreso a la normalidad, así como la recuperación de la zona afectada”. Mantenerla, no solo ayuda a involucrar al gobierno; gracias a ella, la población del país podría seguir informada y mantener su solidaridad con la población afectada.
Sirvan estas consideraciones jurídicas para subrayar que técnicamente, no se han dado los supuestos para que la mencionada declaratoria pueda retirarse: 1) No ha desaparecido la situación de emergencia; 2) La autoridad local y sus municipios no han recuperado la capacidad operativa y financiera, para hacerse cargo de la emergencia sin apoyo federal; 3) Hasta donde se sabe, el Gobierno de la entidad no solicitó al Consejo Nacional de Protección Civil que se mantenga vigente la emergencia.
La emergencia y los riesgos siguen presentes. Evolucionan día con día. La carencia de agua potable e insumos de limpieza, es generalizada en la mayoría de colonias del Puerto. Aunque se requieren alrededor de 500 camiones para recolectar la basura, el municipio ha logrado apenas involucrar unos 100. El deterioro en las condiciones de sanidad, provocado por el acumulamiento de basura, lodo y encharcamientos, han provocado que los casos de dengue hemorrágico por picadura de mosquito, crezcan de manera considerable. Adicionalmente, la contaminación del aire, con bacterias provenientes de excrementos y animales muertos, ha incrementado afectaciones en vías respiratorias, diarrea y conjuntivitis.
Junto con lo sanitario, habrá que atender también el problema económico de fondo. La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) ha adelantado que más del 75% de los 83,801 negocios presentan afectaciones con distinta gravedad e impactos. Según la Canirac, “Otis” dejó en situación de pérdida total a prácticamente 80% de los 5,700 restaurantes del lugar. Adicionalmente, casi 125 mil niños se mantienen sin clases por daños en sus escuelas.
La decisión del gobierno es a todas luces un grave error. López Obrador se ha reducido a afirmar que los hoteles reabriran el 15 de diciembre y que se celebrará el torneo “Abierto de tenis” en febrero próximo.
Es preocupante que ante la magnitud de los hechos, el mandatario haya preferido ignorar la verdadera dimensión del problema, tal vez para no sufrir afectaciones en su guión mañanero. Por ello, ante la indolencia, abandono y mediocridad del gobierno federal, hoy solo queda la articulación de la #SociedadHorizontal. Será fundamental que la iniciativa privada local, nacional e internacional, junto con la activación de la gente oriunda del lugar, saquemos adelante a esa dolida tierra. Habrá que mantener la organización solidaria y profundizarla. Esperemos que el gobierno estatal y municipal se sumen.