Evangelizar: Una misión que nos toca a todos
“Domingo Mundial de las Misiones”
- Todo bautizado es un profeta.
El bautizado no es un huésped en su propia iglesia ni mucho menos un espectador pasivo. Todo bautizado es un profeta llamado a colaborar activamente con Cristo en la obra de la evangelización. Jesús escogió a Pedro para que fuera la piedra de su Iglesia, es decir fundamento de la unidad y de la verdad. Escogió a los doce para que estuvieran con él y enviarlos a predicar con el poder de expulsar demonios. Pero también escogió a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos en dos a anunciar la llegada del Reino. A los doce les dijo: “Hagan esto en memoria mía”, y “a los que perdonen los pecados les quedan perdonados”. Y a los otros setenta y dos los envió a preparar el camino y les dijo: “Vayan por todo el mundo a predicar el Evangelio a toda creatura”. Por eso la Iglesia siempre está en salida misionera. Necesitamos salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo que ha llenado nuestras vidas de sentido y de paz, de verdad y amor, de alegría y de esperanza. No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos, sino que urge acudir en todas direcciones para proclamar que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que la paz es posible, que el amor es más fuerte, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Señor de la historia.
- Soplando sobre ellos les dijo reciban el Espíritu Santo.
Todo bautizado es profeta en virtud de la fuerza del Espíritu Santo que recibe en el bautismo. El protagonista silencioso y secreto de la misión, es el Espíritu Santo que nos impulsa a primerear, emprender y tomar la iniciativa, buscar nuevos caminos y abrir brecha. El Espíritu Santo nos impulsa a involucrarnos y no quedarnos viendo los toros desde la barrera, sino ser valientes en la lucha contra los enemigos de Dios. El Espíritu Santo nos impulsa a escuchar y a acompañar a nuestros hermanos más necesitados, lastimados y atribulados. Que el Señor nos llene de su Espíritu Santo para que rebosantes de sus dones, carismas y frutos podamos dar testimonio de una iglesia viva y rica de signos, señales y prodigios.
- Como el Padre me ha enviado, así los envío yo.
Querido hermano eres un enviado de Cristo, un profeta; Cristo te necesita, Cristo cuenta contigo, tú eres una misión en esta tierra y para esto has venido al mundo. Acepta tu misión con generosidad, con amor, convencido de que el mundo necesita a Cristo y a su mensaje porque responde a las necesidades y anhelos más profundos del corazón humano. Acoge con generosidad el llamado a compartir la alegría del Evangelio.
+ Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C.
Obispo de Cancún-Chetumal.