Atropello de jefe policiaco; arresta a dos reporteros mientras trabajaban; la FGE los libera por falta de indicios
Por Luis Roel Itzá
Quequi
Mientras que la Policía se ensaña deteniendo a dos reporteros que cubrían un hecho de tránsito por cruzar la cinta de acordonamiento que fue de casi un kilómetro de distancia, la delincuencia sigue imparable ante la pasividad del flamante director de la Policía que ordenó la detención de los reporteros «para que aprendan», lo cual reconoció más tarde en rueda de prensa, pero esto no lo aplica con sus allegados, ya que su amigo y subdirector ha llegado borracho a «escenas de crimen» vestido de civil y nunca ha sido ni siquiera reprendido.
Los reporteros Silvia Peraza del portal Código Rojo y Gabriel Aguilar de Esquema Cozumel, fueron detenidos por pasarse una cinta de acordonamiento en un hecho de tránsito y tratados como delincuentes bajo el argumento de que es el protocolo, todo esto por órdenes del director de la Policía, Luis Taylor González, «para que aprendan», según dijo el mismo elemento que recibió la orden vía telefónica de su superior, y que confirmó el mismo director en su rueda de prensa al decir que su función será la de aplicar la ley sobre quien sea.
Los reporteros fueron detenidos y trasladados a Seguridad Pública donde estuvieron en las celdas sucias, con barrotes oxidados y en pésimas condiciones y después fueron puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado (FGE), que no encontró elementos para iniciarles un procedimiento y fueron dejados en libertad ante la presión social de la gente que se plantó frente a las oficinas exigiendo la liberación de los reporteros y la presión de los abogados.
Al parecer, al flamante director de la Policía se le hizo fácil «poner un ejemplo» ordenando la detención de los comunicadores, coartando su libertad a la libre expresión al informar a la población sobre los acontecimientos que suceden en la isla, pero no ha podido poner el ejemplo para frenar la delincuencia como debe ser su labor, ya que el índice de robos a casa habitación, robos de motocicletas, robos a comercios, asaltos, narcomenudeo y sobre todo las ejecuciones, se mantienen en cifras altas.
Incluso ya no está siendo bien visto por sus elementos ya que les ha quitado tiempo de descanso para ingerir sus alimentos y pretende hacer un jugoso negocio reactivando la cocina de la Policía para obligarlos a no ir a su casa y consumir en esta cocina, sin embargo, esta «disciplina», como dice, no la está aplicando a los elementos de la Marina.
Esto ha generado inconformidad de los policías, ya que los marinos se la pasan durmiendo, jugando con sus teléfonos, cerrando las casetas en las horas que les corresponde la guardia para dormir, no llenan los formatos del Informe Policial Homologado (IPH) ni quieren realizar ningún otro tipo de actividad, más que ser presencia de fuerza, si acaso.