«La biblia como palabra divina»

MISIÓN EVANGÉLICA

Por SJ. Carlos César González Cruz

Si la Biblia es la Palabra de Dios (Vox Dei) y la puedo leer, meditar y comprender en mi casa ¿Para qué ir a la iglesia a escuchar un aburrido sermón?

Considere estos puntos.

NEGATIVOS:

  • Es cierto que muchos sermones que oímos en la iglesia están tan alejados de lo que Dios quiere de nuestra vida, cómo algunos que se han alejado comentan: «Es puro pedidera de dinero».
  • También es cierto que, en muchas iglesias de hoy, predomina una elite controladora y hasta son Iglesias «Familiares» dónde la familia administra y controla todo.
  • Es cierto que muchos sermones se centran en regaños, advertencias de un Dios enojado y que ya está apunto de usar su látigo.
  • Es cierto que hay «iglesitas» dentro de la iglesia, grupitos de «gente VIP (Fifi)» que rechazan a los «Chairos».
  • En fin, hay muchas más cosas negativas.

POSITIVOS.

  • -Es un deber del buen cristiano que, en su hogar, ore, lea la Biblia, la medite y la ponga en práctica.
  • Es un deber del buen cristiano tener una iglesia dónde asistir, tener un pastor que le dé seguimiento a su vida para su crecimiento y desarrollo cristiano.
  • Es un deber del buen cristiano apoyar con sus ofrendas a su iglesia para sufragar los gastos de luz, agua, renta y mantenimiento del local.
  • Es un deber del buen cristiano tomar un ministerio dentro o fuera de la iglesia, cuyo ministerio le permita servir a Dios y a su prójimo, con esto crece, se desarrolla y honra a Dios.
  • Es un deber del buen cristiano apoyar con sus ofrendas a su pastor que lo pastorea para su sostén, de esta manera el pastor no se ocupará en otra cosa, sino que atenderá a la iglesia de tiempo completo.
  • Es un deber del buen cristiano congregarse por lo menos un día de la semana al servicio en la iglesia, convivir con la grey de Dios, reportar sus necesidades espirituales y orar con su pastor.

Es casi imposible tener un sermón específico para cada miembro de la iglesia, él miembro debe tomar el mensaje particular de Dios para su vida en el sermón predicado.

Los miembros de la iglesia se congregan para adorar a Dios, nunca para oír buena música, palabras adulantes y sentirse «bien tratados», en otras palabras, no vamos a que «nos alaben», al templo vamos a adorar a Dios.

Consejo para los pastores que tienen la gran responsabilidad de dar el mensaje de Dios al pueblo:

  • Di lo que Dios quiere para su pueblo, y tú cállate.
  • Por cada minuto que hables en el púlpito, estudia y ora una hora, no saques un texto de su contexto.
  • Él púlpito no es trinchera de cobardes, si tienes algo personal, arréglalo personal.
  • Sé discreto con las cosas personales que te contaron en confianza, no las lleves al púlpito.
  • ¿Crees que Dios te llamó a servirle y conoce tus necesidades? Él te suplirá absolutamente todo, no es necesario que «mendigues limosnas».

1 Cor. 9:1,4,7, 11,13,14.

¿No sois vosotros mi obra en el Señor? ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?  ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

Heb. 10:25

No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca.

 Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino.

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