Se manifiestan contra la violencia vicaria
Por Soraya Huitrón
Integrantes de colectivos feministas del estado, se manifestaron afuera de los juzgados familiares en el Fraccionamiento Corales, en demanda de que los jueces apliquen en sus expedientes la llamada violencia vicaria, que muchos padres de familia, ejercen contra sus partes contrarios con lo que ejercen daños psicológicos a los menores de edad.
Un grupo de mujeres, quienes acudieron a una audiencia en la vía familiar oral, señalaron que la violencia en contra de las mujeres, a través de los hijos sigue creciendo, pese a que el Congreso del Estado, desde el mes de septiembre pasado aprobó ya la violencia vicaria en el Código Penal de la entidad.
“No entendemos qué es lo que está pasando, hemos acreditado ante las autoridades que los menores de edad, en su mayoría niñas, niños y adolescentes son utilizados por los padres de familia, para generar dolor a las madres, los alejan de la convivencia materna y, algunos padres les infligen dolor para causarle daño emocional a las mamás”, indicaron las afectadas.
Señalaron que mientras no les den una solución en los juzgados y no esta situación no sea atendida por los jueces familiares, mantendrán sus manifestaciones pacíficas en las afueras del lugar, hasta lograr que se frenen las afectaciones psico-emocionales a los niños y adolescentes que están en medio de la disputa legal que iniciaron los propios padres.
Pues de nueva cuenta las mujeres, no sólo enfrentan el grave problema que representa el juicio por la guarda y custodia de sus hijos, sino que además sufren de violencia institucional, ocasionada por los propios jueces y juezas del Poder Judicial de Quintana Roo, quienes no toman en cuenta el interés superior de los infantes.
Explicaron que este llamado, es un grito de auxilio a las autoridades, para que de una vez frenen la violencia en contra de las mujeres que son víctimas de este problema y, de los propios infantes que son utilizados por los padres y madres de familia, para causarles agravios a sus ex parejas sentimentales, sin tomar en consideración que en realidad dañan a los niños.
