
Padres deben vigilar tienditas escolares ante la venta de comida chatarra
Por Luis García
Quequi
La Unicef proyecta que el problema de obesidad infantil y juvenil se incrementó durante la pandemia, en el confinamiento y después, derivará en 6.5 millones de niños y adolescentes que vivirán con obesidad en México en el año 2030.
Es por eso que la Unicef, en conjunto con el Instituto Nacional de Salud Pública, IMSS, la Secretaría de Salud y la SEP, han echado a andar campañas como el etiquetado frontal en productos alimenticios y campañas que buscan en las cooperativas escolares una buena alimentación, así como evaluar y mejorar el servicio de alimentación escolar e impulsar la activación física para reducir el sedentarismo en niñas y niños.
A nivel estatal, será tarea de los padres de familia, de los directivos, así como de los integrantes del comité de participación que vigilen que en estas cooperativas escolares se dé seguimiento a las políticas de salud que buscan eliminar los alimentos chatarra.
Así lo dio a conocer la representante de los Servicios Educativos de Quintana Roo en Solidaridad, Narcisa Pech; que de acuerdo con la funcionaria, «en caso de primaria hay dos, turno matutino y vespertino, en secundaria es uno y en media superior, es uno».
A pesar del incremento de sobrepeso en niños durante la pandemia, la gran mayoría de las cooperativas escolares del nivel básico y medio superior, continúan en este periodo escolar 2022-2023, con la venta de papitas, panecillos, jugos, dulces y refrescos, entre otros productos chatarra.
Sobre el tema de las cooperativas, Narcisa Pech explicó que el proceso de selección para concesionarlas ya se había dado, «ya están licitadas, ya se entregó la documentación en Chetumal, fueron entregadas al licenciado Mauro y ya los directores son los que se encargan de esas concesiones».