Misión Evangélica: Habacuc, una fe confrontada III

Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar.  Habacuc 3:17-19

Solamente la fe en Dios es la que mantiene con vida a quien en él cree. El futuro puede verse más sombrío, los conflictos pueden aumentar y con él la tristeza. El mal es común en un mundo perverso, lo sorprendente es ver que en medio del mal, hay quienes esperan en Dios.

La comunidad de los hijos de fe, son parte de una sociedad lastimada por el pecado; lloran con los heridos víctimas de los malvados, pero saben que, por encima del sistema perverso, está Dios, el Dios soberano y Todopoderoso. 

No sabemos por qué Dios permite el mal, tolera al perverso y aun lo usa en su maldad para sus sabios propósitos. El justo que vive por la fe en Dios, entiende que Dios tiene todo bajo su perfecto control, por eso descansa confiado en Él.

Algunos dicen: “Dios siempre llega a tiempo”, no es cierto, la verdad es que Dios nunca se fue. Otros dicen: “Dios es un caballero”, No es cierto, Dios no es un caballero, Él es Dios. Otros dicen: “¡Busca a Dios, necesitas buscarlo!, craso error, Dios no está perdido. Dios es inmanente y trascendente. Dios no duerme, no sale de vacaciones, no se olvida de su creación; sabe exactamente donde estás, lo que pasa contigo y todo lo que vives, ¡Dios está en ti!

Es paciente con los hombres en su maldad y tolera sus perversidades, sin embargo, cuando el malo sea juzgado, será juzgado justamente por el Dios justo que le toleró y extendió con él su misericordia.

Hoy por hoy, pese a todo, podemos declarar nuestra total confianza en el Señor, nuestro Dios Todopoderoso. ¡Bendiciones amigos y hermanos del camino! 

SJ. Carlos César González Cruz.