La verdad detrás del video viral de la pareja que nadó con un cocodrilo en un cenote de Tulum

  • En las últimas horas, el clip se difundió en redes sociales y causó polémica.

Agencia

TULUM. Las imágenes tienen ya más de un año, pero se viralizaron recientemente y causaron cierta polémica.

En Tulum, una pareja de estadounidenses se tomó fotografías y videos con un imponente cocodrilo que nadaba en un cenote. Las capturas fueron difundidas en redes sociales, donde algunos criticaron la actitud de los bañistas.

Sin embargo, las imágenes esconden una historia algo diferente.

El hombre que inmortalizó la escena es el fotógrafo submarino Ken Kiefer, de 52 años. En el verano de 2020, viajó a México desde Texas junto a su esposa, Kimber Kiefer, para conocer las cavernas acuáticas que se esconden entre los manglares de la Riviera Maya. Y al llegar contrataron los servicios de una empresa turística de aventuras que les ayudó a moverse de forma segura.

Uno de los rincones que visitaron fue Casa Cenote, también conocido como Cenote Manatí, entre Akumal y Tulum. A través de su cuenta de Instagram (@ken_kiefer_underwater), el camarógrafo reconoció que antes de su visita le habían dicho que en el estanque había un cocodrilo, pero creyó que se trataba de un mito urbano.

“Fuimos a Casa Cenote para hacer esnórquel y una sesión de fotos”, contó Kiefel a sus 28,000 seguidores de Instagram. “Está conectado con el océano, por lo que es en parte agua salada y en parte fresca; tiene peces, tortugas, manglares y tiene la forma de un río sinuoso. Escuché que había un cocodrilo por ahí, pero solo vi fotos borrosas como las de Bigfoot o el Monstruo del Lago Ness”.

Así, la pareja se zambulló en el agua junto a una amiga y empezó con la sesión. Entonces, ocurrió.

“Cuando salí de una inmersión, Kimber comenzó a gritarme algo y Mel, que estaba a unos cinco metros de distancia de mí, terminó de espaldas. Miré a mi izquierda y un cocodrilo nadaba justo en mi cara. Asombroso. No solo vino directo a mí sino que me llevó en un recorrido por todo el cenote”, contó el fotógrafo.

Kiefer calificó el encuentro como “un accidente”, y dijo que fue “una de las mayores sorpresas” que ha vivido en una sesión de fotos.

“Compartir accidentalmente el cenote con este hermoso cocodrilo fue una sorpresa increíble. […] Fue un día increíblemente épico. Uno de los momentos más divertidos fue cuando un turista desprevenido dio la vuelta a una curva y le dijimos que tuviera cuidado con el cocodrilo que iba hacia él. Sus ojos se le salieron de la cabeza”.

Tanto Ken como su esposa son dos submarinistas experimentados que están muy acostumbrados a interactuar con la fauna marina. A lo largo de su carrera, él ha retratado a tiburones martillos, tortugas, manta-rayas, delfines, peces o ballenas. En su Instagram defiende el respeto a la fauna y a la biodiversidad marina y es embajador de Shark for Kids, una organización que promueve la educación y la conservación de los tiburones.

Los usuarios explican que el cocodrilo probablemente será Panchito, un animal que habita en el lugar y que está acostumbrado a la presencia de los turistas.

Aunque los caimanes suelen habitar en lagunas y manglares, algunos residen en cenotes como el que visitó la pareja estadounidense. De hecho, en redes sociales, muchos aseguran que probablemente el cocodrilo era Panchito, el famoso reptil tipo moreletii que habita desde que era una cría en el Cenote Manatí, ubicado entre Akumal y Tulum.

No es la primera vez que usuarios suben a las distintas plataformas imágenes y videos con este animal. En enero de 2021, se viralizó en TikTok un clip en el que Panchito aparecía nadando tranquilamente junto a los turistas. El personal del enclave turístico no le da de comer, y él busca su propio alimento como cualquier ejemplar salvaje. A principios de este año, la regidora de la Comisión de Ecología, Patricia de la Torre Ortiz, dijo que Panchito estaba en su hábitat y que por ello no había necesidad de intervención por parte de las autoridades.

Hasta el momento, el reptil nunca se ha mostrado agresivo con los turistas. Aunque es muy importante que los visitantes no olviden que se trata de un animal salvaje, no de una atracción turística. Por ello, es esencial respetar su espacio y evitar siempre cualquier interacción con él.

Fuente: Infobae.

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