Sueños rotos por los talibanes
- Zakia Khudadadi iba a ser la primer mujer paralímpica de Afganistan.
Por Dylan Vera Silva
Quequi Quintana Roo
Recientemente el mundo está conmocionado por lo que acontece en Afganistán, esta tierra que se hizo famosa por los últimos 20 años de invasión e inestabilidad, protagonizados por las fuerzas armadas de los Estados Unidos de Norteamérica y el grupo terrorista denominado como “Talibanes”, invasión y control iniciado por los terribles actos del “9/11”,que no ha traído mas que sufrimiento y terror y es que es una locura el poco tiempo que tardó este régimen en volver al poder mediante la fuerza y el ataque, luego de que el presidente demócrata, Joe Biden decidiera retirar por completo sus tropas de Afganistán, acto seguido, Kabul, capital afgana, fue tomada por completo.
Gracias a las redes sociales, “benditas” denominadas por algunos líderes de izquierda, nos hemos podido dar cuenta de manera casi instantánea de lo que sucede, desde videos llenos de sufrimiento y desesperación en el aeropuerto de Kabul, hasta los talibanes “haciendo ejercicio” en el gimnasio del palacio principal, claro de una forma casi cómica, luego de que el presidente Ashraf Ghani (hasta ese momento), huyera del país el día domingo. En la mayoría de las ciudades tomadas, las fuerzas militares del país, se rindieron sin mostrar resistencia, lo que fundamentó el último comentario de Biden en su discurso «Nuestras tropas no van a luchar una guerra que los afganos no quieren pelear”.
Miles de afganos, temerosos de los homicidios en represalia, intentaron huir del país el lunes y han intentado buscar apoyo y refugio con la comunidad internacional, misma que ya ha respondido a sus plegarias, como es el caso de México, que ha abierto sus puertas. Pero no todo es gloria, pues existen grupos de personas que no desean salir, si no, están buscando apoyo e intervención extranjera, casi como si del cielo llegara una super potencia mundial a salvarlos y a pelear con armamento de última generación por su libertad, por cierto, ¿Esto ya sucedió, no?.
Uno de los casos que mas han llamado mi atención se encuentra dentro de la esfera deportiva, claro, es el trabajo de un analista deportivo. Como hemos visto en los últimos meses, los Juegos Olímpicos de Tokio han generado mucha polémica por la crísis sanitaria, la falta de público en los eventos, los contagios masivos, todos los casos de covid que fueron ocultados por parte del Comité Olímpico Internacional, la furia de los habitantes de Japón y con mayor énfasis de Tokio y sobre todo la 4ta ola de contagios que viene con toda la fuerza posible, de la mano de la falta de vacunas en el territorio nipón, ¿Quieren más?.
Este 24 de Agosto, comienza la segunda etapa olímpica, la de los más fuertes y valientes, la de los que se oponen a ser apocados por las reglas del mundo, la de los atletas paralímpicos, que por cierto, para México siempre dejan un sabor de boca fabuloso. Ahora con todo lo que sucede en las relaciones internacionales deportivas, políticas y de interdependencia gubernamental, el caso de la atleta paralímpica Zakia Khudadadi, de 23 años, ha encendido los corazones y las alarmas, pues por decreto del “nuevo” (no tiene nada de nuevo) régimen Taliban, los vuelos fuera del país han sido negados a todos los habitantes.
Zakia, estaba destinada mediante su esfuerzo y dedicación, a ser la primera atleta paralímpica afgana de la historia, en la disciplina de “para tae kwon do”, sueño que en las vísperas, a escasos días del evento mayor, se ha visto nublado, una pena. Zaika, junto con su compañero de disciplina Hossain Rasouli, acompañados de toda la delegación paralímpica afgana, se encuentran, tal cual, atrapados dentro de su país, a merced de las decisiones de los talibanes, que en definitiva, no muestran tener algún tipo de compasión por sus carreras deportivas y que han demostrado con acciones, que no creen en la equidad de género y la inclusión.
Si existía alguna esperanza de que el Comité Paralímpico alzara la voz, a unos cuantos días del evento, se han manifestado con un discurso vacío, carente de empatía y triste, en el que confirman que Afganistan, como delegación deportiva, no tendrá participación en la justa deportiva, dadas las seria situación en la que se encuentran y es que realmente la única vía para que el régimen denominado por la comunidad internacional como “del terror”, es que las grandes potencias intervengan militarmente, el problema es que ¿Quién tiene ganas de ir a la guerra hoy en día?, bien lo dijo Biden, “no puedo seguir pidiéndoles a los norteamericanos que vayan y mueran en una guerra que ya no es del interés nacional de EUA”.
Estos 20 años representan un retroceso enorme para las mujeres afganas, pues en esta etapa de tiempo en el que los “malvados estadounidenses” invadían el país, las mujeres comenzaron a ganar más libertades, que desembocaron en una mayor participación de las mujeres en el deporte, demostrando sus ganas de salir adelante y de dejar de ser tipificadas como objetos de propiedad por los hombres afganos, que de acuerdo a sus creencias, pueden decidir hasta con quien ellas deben de hablar, algo atrasado para el año 2021 en el que la tendencia de la libertad es tan fuerte.
Sakia, es una grandísima atleta que ha demostrado sus calidad en el mundo, cuando en 2016, con solo 18 años, ganó el campeonato africano de para – Tae kwon do, ganando su pase a los juegos paralímpicos de Tokio 2020. Tal cual ella ha expresado su desesperación por ser parte del evento, pues para ella como una joven atleta, en sus palabras “representa una oportunidad para estar con más atletas mujeres en mi disciplina y demostrar al mundo lo buena que puedo ser y sobre todo sentirme orgullosa de competir con ellas”.
Es tiempo de reflexionar sobre lo que en el mundo a veces es necesario y de lo que no, los estragos que puede dejar tomar decisiones precipitadas y sobre todo, lo peligroso que puede ser, poseer una mente cerrada en cuanto a las tradiciones religiosas, hablando de todas las que existen en el mundo desde la tradición occidental católica, hasta los extremos del emirato islámico. Después de esta pandemia aprendimos que lo más importante es la familia, lo que nos hace sonreír y sobre todo que el trabajo absorbente no sirve de nada si de un día para otro, puedes perder todo. Mucha Fuerza para Sakia y toda su delegación.